Por la selva de los orangutanes
Vivo y trabajo en el último rincón del planeta donde orangutanes, tigres, elefantes y rinocerontes amenazados vagan libremente - pero será arrasado a menos que el Presidente de mi país escuche nuestro llamamiento y de un paso al frente para salvar este hábitat único.
Noticias y actualizaciones PeticiónPara: Presidente Susilo Bambang Yudhoyono de Indonesia; Ministro de Bosques Zulkifli Hasan; Gobernador de Aceh Zaini Abdullah
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“Vivo y trabajo en el último rincón del planeta donde orangutanes, tigres, elefantes y rinocerontes amenazados viven libremente -- pero será arrasado, a menos que el Presidente de mi país escuche nuestro llamamiento y responda a nuestro llamamiento para salvar este hábitat único”, denuncia el ambientalista Rudi Putra de Indonesia.
“Un gobernador local quiere permitir a empresas mineras y de palma aceitera devastar un área equivalente a un millón de campos de fútbol. Y el Ministerio de Bosques apoyaría la iniciativa, si el Presidente no interviene para detener este plan para liquidar orangutanes”, avisa Putra.
“El Presidente quiere mantener su imagen de conservacionista. Tenemos que decirle que su reputación como defensor del medioambiente, así como sus futuras aspiraciones de trabajar en la ONU, dependen de que haga lo correcto ahora. ¡Tenemos que reaccionar rápido! Firma esta petición urgente y cuéntale a todo el mundo sobre el peligro que acecha a nuestros bosques. Yo me aseguraré de que el Presidente nos escuche”, concluye.
-- Rudi Putra, Indonesia. Ganador del premio 'Future for Nature Award 2013'.
La pasada semana, el Presidente Yudhoyono ya extendió dos años una moratoria nacional que proteje a los bosques de la deforestación. Pero Aceh es una provincia autónoma en parte, en la que el gobernador actual tiene amplios poderes. Recogemos firmas hasta lograr un acuerdo firme que proteja el precioso hábitat de los orangutanes en peligro de extinción en Aceh.
CartaPara: Presidente Susilo Bambang Yudhoyono de Indonesia; Ministro de Bosques Zulkifli Hasan; Gobernador de Aceh Zaini Abdullah
Como ciudadan@ comprometid@, les insto a rechazar el plan de talar la selva protegida de Aceh.
Los majestuosos bosques de Indonesia son un tesoro global.
Por eso, les pido que involucren a las comunidades locales en un plan que priorice el desarrollo sostenible y que proteja el frágil ecosistema y los animales que lo habitan.
Es un tipo de palma, cuyo nombre científico es Elaeis guineensis. Es un cultivo perenne y de tardío y largo rendimiento, cuya vida productiva puede durar más de 50 años. Comienza a producir frutos a partir de los dos años y medio de su siembra, y alcanza su mayor producción entre los 20 y 30 años (12 mts. de altura), luego de lo cual declinan y dejan de ser rentables, especialmente por la altura a la que se encuentran los frutos (hasta 40 mts!). Es una planta propia de la región tropical (selva húmeda tropical cálida), crece a altitudes por debajo de los 500 msnm. Su fruto es rojizo.
2. ¿Qué es el aceite de palma?
El aceite de palma se extrae de la pulpa del fruto de la palma aceitera mediante varias operaciones. Se produce en forma de monocultivo a gran escala y se exporta desde las zonas tropicales al mercado global (fundamentalmente la Unión Europea, China, India, EEUU). Es el segundo aceite vegetal más comercializado y consumido en el mundo (después del aceite de soja), en los sectores alimenticio, industrial y energético. Por eso, el aceite de palma es una materia prima estratégica en el sector de los agronegocios. Las ganancias son extraordinarias.
3. ¿Dónde se produce el aceite de palma?
La palma aceitera crece en climas tropicales. Países productores son: Indonesia, Malasia, Papua Nueva Guinea, Camerún, Uganda, Costa de Marfil, Camboya, Filipinas y Tailandia, así como Colombia, Ecuador, Perú, Brasil, Guatemala, México, Nicaragua y Costa Rica. En estos países, la palma aceitera se está expandiendo rápidamente sobre ecosistemas como las selvas tropicales, en forma de monocultivos industriales. Los monocultivos industriales ocupan todo amplias extensiones de territorio socavando así el derecho de los pueblos locales a producir sus propios alimentos de acuerdo a las condiciones de sus tierras y su cultura alimentaria tradicional. Esto tiene como consecuencia que mientras el aceite de palma y sus derivados se comercializan mayormente en los mercados internacionales, los países productores se ven obligados a importar alimentos. Por estos motivos, muchas organizaciones sociales, ambientales y de derechos humanos han respondido críticamente a la expansión indiscriminada de la palma aceitera.
4. ¿Cómo se expande la palma aceitera?
Además de los problemas ambientales que surgen del hecho de que las plantaciones de palma se expanden sobre los bosques tropicales, como destrucción del ecosistema y así de su biodiversidad. En otro orden de cosas, las plantaciones se usan plaguicidas muy tóxicos (como el Paraquat o el Gramoxone), extremadamente perjudiciales para la salud humana y ambiental. Además, el cultivo de la palma es exótico en la mayoría de países que lo han implementado, lo que conlleva alto riesgo de plagas y enfermedades Más allá de los problemas meramente ambientales, se reportan continuamente problemas sociales, conflictos laborales e incluso graves violaciones de derechos humanos que llegan hasta el asesinato.
5. ¿Qué tiene que ver la expansión de la palma con la deforestación?
La sustitución de los bosques por plantaciones industriales de árboles fomentada por las políticas gubernamentales de muchos países ha sido identificada oficialmente como una de las mayores causas de deforestación a nivel mundial (p.ej. en países como Malasia, Indonesia donde el nivel de deforestación ha aumentado dramáticamente en los últimos años, en paralelo a la expansión de la palma ). Aunque muchos países y empresas argumentan que las plantaciones de palma se expanden sobre tierras degradadas o “marginales”, lo cierto es que la mayoría de tierras son utilizadas o aprovechadas por pobladores, y el concepto de tierras “marginales” es muy relativo. En muchos casos, la frontera agrícola es empujada por los monocultivos provocando la deforestación. Por esas razones, en la práctica, monocultivos como el de la palma aceitera sustituyen bosques tropicales y otros ecosistemas, provocando una grave deforestación. Es sabido que la desaparición de los bosques afecta a la humanidad en su conjunto: la deforestación trae aparejada una gran pérdida de biodiversidad, cambio climático y agravamiento de las sequías, erosión de suelos. Además, las plantaciones de palma implican contaminación de los cursos de agua y la aparición de plagas y enfermedades por la ruptura del equilibrio ecológico y cambios en las cadenas alimentarias. Esto significa que la conservación del agua, de los suelos, de la flora y de la fauna se ven seriamente amenazados por las plantaciones de palma en aquellos países donde se están expandiendo.
6. Las plantaciones de palma ¿provocan o contienen el cambio climático?
La expansión de los monocultivos de palma aceitera se da a costa de la degradación, la quema de turberas y la deforestación, las cuales implican de por sí ingentes emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera. A estas se suman las emisiones por la pérdida de carbono del suelo, el uso de fertilizantes nitrogenados, las emisiones de la maquinaria agrícola y la pérdida de sumideros de CO2. El aceite de palma se utiliza para la producción industrial de agrocombustibles. A pesar de que este tipo de combustibles se promocionan vomo más amigables con el medio ambiente, existen estudios que demuestran que incrementar la cantidad de agrocarburantes importando aceite de palma aumenta las emisiones de CO2 en vez de reducirlas.
7. ¿Quién y para qué utiliza el aceite de palma?
El aceite de palma se encuentra entre los ingredientes de muchísimos productos alimentarios que consumimos diariamente. Todos nosotros consumimos aceite de palma procedente de la deforestación de selvas tropicales. Este se vende a empresas multinacionales como Unilever, Nestlé y Procter & Gamble, y a otras grandes marcas de la alimentación, cosmética y agrocombustibles.
8. ¿Quién se beneficia de las plantaciones de palma?
Las plantaciones de palma aceitera son altamente rentables. Pero están altamente mecanizadas y el número de trabajadores contratados es muy pequeño en relación a la superficie de su extensión. Aún así, en plantaciones de palma en diversos países se han reportado conflictos laborales serios. Son las empresas productoras las se llevan los beneficios de su comercialización, por lo que no constituyen una auténtica opción de desarrollo local. Aunque en algunos lugares y de modo experimental existen proyectos con pequeños productores, ha habido casos en los que estos han resultado arruinados debido a las fluctuaciones del mercado. Como contracara, según el Forum Permanente de Asuntos Indígenas de las Naciones Unidas, 60 millones de indígenas en el mundo corren riesgo de perder sus tierras y medios de subsistencia por la expansión de plantaciones para producir agroenergía. Muchas plantaciones de palma se están expandiendo sobre tierras reclamadas por comunidades indígenas cuyos gobiernos no reconocen derechos territoriales ancestrales o indígenas (por ejemplo en Indonesia). Esto significa que ni indígenas u otros pobladores locales, ni trabajadores, ni pequeños productores se benefician de la expansión de la palma, sino las empresas palmicultoras que son propiedad de las élites locales o de las grandes multinacionales, las cuales terminan controlando amplias extensiones de tierra, profundizando la explotación laboral, provocando más migración campo-ciudad, pobreza, conflictos sociales y violaciones de los Derechos Humanos.
9. ¿Cuál es la responsabilidad de los países del Norte en los impactos descritos de las plantaciones de palma aceitera?
Sin prestar debida atención a las denuncias de cientos de ONGs ambientales y sociales y grupos de la sociedad civil, científicos y portavoces de la diferentes organismos internacionales, que han hablado de los impactos de dimensiones incalculables, la Unión Europea fijó un porcentaje obligatorio del 10% de 'energía renovable para energía y transporte'. Este porcentaje impulsa una demanda masiva de materias primas para la producción de biocombustibles, ya que no existen en la actualidad otras fuentes renovables de energía suficientemente desarrolladas. El aceite de palma es una de las materias primas que se utilizan para la producción de biocombustibles o agrocombustibles, lo que consiguientemente catapulta su necesidad y demanda. Debido a las críticas que han surgido, y para conseguir la aceptación política y social, la Unión Europea y otros organismos e instituciones proponen elaborar unos criterios formales de sostenibilidad para la producción de materias primas para agrocombustibles. Sin embargo, como ya hemos explicado, el cultivo de palma aceitera, como todos los monocultivos agroindustriales, NO ES ni puede ser NUNCA sostenible.
10. ¿La certificación de monocultivos de palma de aceite constituye una garantía de sostenibilidad?
Las iniciativas de certificación de los monocultivos de palma han sido calificados por organizaciones ambientalistas como un intento más de “lavado” o “maquillaje” de la agroindustria. Argumentan que los procesos de certificación no puede garantizar soluciones a los problemas provocados por los monocultivos y que por eso, las plantaciones de palma aceitera no son ni serán nunca sostenibles, debido a la misma lógica de su producción. Una de estas iniciativas es la Mesa Redonda de Aceite de Palma Sostenible (RSPO). RSPO es un proceso de certificación voluntaria promovido por grandes ONGs (como el World Wildlife Founf WWF) y la industria. Pero organizaciones afectadas han declarado que esta iniciativa que va en contra de los intereses populares. Los sellos de certificación se han diseñado más bien como un instrumento de expansión del negocio de la palma y no como una estrategia para contener sus impactos ambientales y sociales. Muchas de las empresas miembros de la RSPO siguen destruyendo grandes zonas de selva húmeda y violando derechos humanos, como es el caso de Wilmar International en la Isla de Bugala (Uganda) y en Indonesia, PT SMART, Agro Group e IOI Group en Indonesia, FEDEPALMA en Colombia, o Unilever en Indonesia, Malasia y Costa de Marfil. Es evidente que el interés principal de este proceso de la “sostenibilidad de la palma aceitera” es puramente comercial. No existe una auténtica intención de contener sus impactos sociales y sobre los derechos humanos, sino que tiende a silenciar los graves crímenes, las irregularidades y el control paramilitar relacionados con el agronegocio de la palma aceitera en países como Indonesia y Colombia.
11. ¿Qué se puede hacer para evitar la destrucción de selvas tropicales y poblaciones afectadas a causa de la expansión de la palma aceitera?
Se hace necesario evitar nuevas deforestaciones y conversiones de uso del suelo para el cultivo palma aceitera; no se debe destruir ni una sola hectárea más de ecosistemas naturales para implementar palma aceitera. Para ello, se debe exigir a los gobiernos de los países productores
-La detanción inmediata de la expansión de las plantaciones de palma de aceite
-La protección de los derechos humanos de pueblos indígenas y comunidades campesinas afectados por plantaciones de monocultivos a gran escala y el respeto de sus tierras y territorios.
-La reparación integral de los daños humanos y ambientales generados por la imposición de los monocultivos a gran escala y por las violaciones de los derechos humanos por parte de fuerzas del Estado y empresas privadas.
-Resolución de los conflictos de tierras vinculados al monocultivo de la palma, restitución de tierras ancestrales a las comunidades desplazadas por los monocultivos, y la implementación del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo OIT en todos los casos en que sea pertinente.
-Resolución de los procesos judiciales, denuncias y otros reclamos iniciados por parte de las comunidades afectadas. Y se debe exigir a la Unión Europea
-La eliminación del porcentaje obligatorio del 10% de 'energía renovable para energía y transporte', que traducido significa un aumento exponencial de la demanda de aceite de palma para el mercado europeo, para la producción de combustible y generación de electricidad. Eliminación de los incentivos como exenciones de impuestos y subvenciones para los agrocombustibles industriales, incluida la financiación a través del comercio de carbono, de cooperación internacional al desarrollo o de créditos de organismos multilaterales como el Banco Mundial o el Banco Interamericano de Desarrollo.
-Una moratoria a las importaciones de aceite de palma.
- La cancelación de las relaciones comerciales de las empresas compradores de aceite de palma con proveedores que destruyen los bosques y turberas, y que son responsables o beneficiarios de violaciones de los Derechos Humanos.
-Incluir aspectos sociales y de derechos humanos estrictos en los criterios de sostenibilidad para la producción de materias primas para agrocombustibles que están desarrollando. Es de esperar que en el proceso, los hacedores de políticas de la UE, llegarán por fin a comprender que por definición, monocultivos industriales a gran escala como los de palma aceitera no son ni ambiental ni socialmente sostenibles.
-Al mismo tiempo, ni oficialmente la UE, ni las empresas deben caer en la falsedad de apoyarse en la supuesta sostenibilidad o “maquillaje verde” del lobby de la industria del agronegocio (como RSPO), para justificar la expansión indiscriminada del cultivo de la palma que sólo beneficia a grandes empresas a costa del futuro de los pueblos y el planeta, creando una ilusión falsa de comportamiento responsable para el consumidor final.
12. ¿Constituye la expansión de la palma una amenaza para el futuro?
No es una amenaza para el futuro, sino una de las causas más importantes y preocupantes de destrucción de los bosques tropicales ya en la actualidad. Muchos daños provocados por la agroindustria de la palma aceitera en los países tropicales son ya irreparables. Como muestra, presentamos unos ejemplos críticos de expansión de plantaciones de palma:
En Indonesia los conflictos por la expansión de las plantaciones de palma han aumentado: las grandes empresas están expropiando ilegalmente a los agricultores y contratan vigilancia privada para imponer el estado de hecho. Sólo en 2006 se documentaron 350 conflictos agrarios y 1.753 casos de violaciones de Derechos Humanos.
El plan estratégico para la plantación de especies agrocombustibles para el estado de Chiapas, México –plan piloto a nivel nacional- establece como superficie potencial en el estado de Chiapas, 900.000 has (¡ 7ª parte de la superficie estatal !). Ya se han establecido al sur de la Selva Lacandona dos viveros para palma africana, los más grandes de América Latina. Este megaproyecto es calificado por las organizaciones ecologistas y sociales locales de ecocida y etnocida por permitir e impulsar la titulación individual y posterior privatización de las tierras de los pueblos indígenas y comunidades campesinas, conocidas en México como ejidos y bienes comunales.
En Colombia, la expansión del aceite de palma está relacionada con graves violaciones y abusos de los derechos humanos. Se han documentado 113 asesinatos en la cuenca fluvial de Curvaradó y Jiguamiandó, región Chocó, a manos de paramilitares que trabajan con compañías palmicultoras, para que éstas se adjudiquen tierras que legalmente pertenecen a comunidades afrocolombianas. Los grupos paramilitares operan con el apoyo de la Brigada 17 de la Armada Colombiana y son responsables de 13 desplazamientos forzosos. La estrategia paramilitar desarrollada en complicidad con la armada colombiana incluye bloqueo económico, asesinato selectivo, masacres y tortura. A pesar de las evidencias de la ilegalidad del establecimiento de las plantaciones de palma (reconocidas por el Fiscal General y el Defensor del Pueblo de Colombia; la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, etc.) y de la destrucción de vidas humanas, el gobierno colombiano aún no ha tomado medidas efectivas para prevenir esta situación o para restituir la tierra robada a las comunidades afro colombianas. También se han registrado conflictos en Tumaco, Magdalena Medio, Vichada, Meta y las regiones amazónicas.
En Ecuador las plantaciones de palma aceitera provocaron la pérdida de bosques primarios únicos que constituían el territorio comunitario y ancestral de comunidades, acabando con sus fuentes de agua, alimentación, medicina, espiritualidad y cultura. En la actualidad, el Plan Agrario y Forestal del gobierno tiene previsto más de 450.000 h de palma, entre otros monocultivos para la producción de agrocombustibles, ocupando bosques tropicales y cultivos alimenticios en territorios indígenas, afroecuatorianos y de comunidades campesinas. Su derecho humano al agua será severamente violentado.
En Perú, en plena Amazonía, regiones de San Martín y Loreto, la política del gobierno peruano y la actuación de las empresas palmicultoras está provocando la destrucción de miles de hectáreas de selva virgen. Sin ningún tipo de consulta con la población, miles de hectáreas de selvas han sido concesionadas a empresas palmicultoras que están deforestando la selva desde 2006 y forzando el desplazamiento de las comunidades de la zona que se resisten a ser desalojadas.
En Guatemala, se han puesto en marcha mega-proyectos de palma aceitera para la producción de agrodiesel, provocando un acelerado cambio en el uso del suelo, que ha afectado la soberanía alimentaria de las zonas rurales, así como el desplazamiento de grandes contingentes de población campesina. El presidente del país se vio obligado hace pocos meses a declarar oficialmente el estado de emergencia alimentaria.
Elaborado por Guadalupe Rodríguez, Salva la Selva, guadalupe@regenwald.org Febrero 2010
FUENTES:
-Wikipedia, Aceite de Palma
-Wikipedia, Eleais guineensis
-Documentacións acerca de la Palma Aceitera en Stop-Agrocombustibles
-Declaración internacional en contra del “maquillaje verde” de monocultivos de la ‘Mesa Redonda de Aceite de Palma Sostenible’ (RSPO). En defensa de los Derechos Humanos, la Soberanía Alimentaria, la Biodiversidad y la Justicia Climática, en
-Carta Abierta a RSPO y WWF. Las plantaciones de palma aceitera no serán nunca sostenibles