Hidroeléctrica en Panama: respuesta de Salva la Selva
29 may 2012
Los participantes en la ciberacción contra la represa Barro Blanco en Panamá están recibiendo una respuesta a la carta que enviaron. Esta es nuestra posición ante dicha respuesta.
El banco alemán de desarrollo DEG está enviando una respuesta a la ciberacción de Salva la Selva “Bancos europeos financian destrucción de selva en Panamá” contra el proyecto hidroeléctrico Barro Blanco en Panamá. Dicha respuesta es exactamente igual a la que pusieron a nuestra disposición el 23 de marzo 2012- justo antes de que comenzáramos la ciberacción.
La financiación del banco DEG junto a otras dos instituciones de crédito para el desarrollo consiste en 25 millones de dólares (unos 20 millones de Euros), y no en 25 dólares como dice la carta.
Los datos que nos aporta DEG en su respuesta no son susceptibles de comprobación. La DEG no menciona a qué “estándares internacionales” se refiere. Los “Estudios de impacto ambiental y otros estudios” que nos menciona no son públicos. Su contenido y resultados no son conocidos, así como tampoco los nombres de los expertos y consultoras involucradas.
De conocimiento público ha sido simplemente un superficial “Resumen de los efectos sociales y ambientales del Proyecto”. Por qué “experimentada experta ambiental y social internacional”, también queda en secreto. Los indígenas Ngäbe rechazan el estudio como totalmente insuficiente e inaceptable. Además proyectos hidroeléctricas en Panamá muestran que los estándares en la práctica apenas son respetados.
Barro Blanco se encuentra en el extremo sur de la Comarca autónoma Ngäbe Bugle. A lo largo del río Tabasará viven 5.000 indígenas Ngäbe, cuyo abastecimiento de agua y agricultura depende casi completamente del río y sus sedimentos fértiles. Para la población indígena afectada no supone una gran ayuda el hecho de que, como escribe la DEG en su respuesta, “los impactos ambientales y sociales del proyecto están limitados localmente”.
El Instituto Senckenber de Frankfurt realiza desde hace años investigaciones en la sierra del Tabasará. Los ceintíficos han encontrado 33 especies de anfibios en peligro de extinción o en peligro crítico de extinción según la UICN - Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Algunas de estas especies son endémicas, es decir que sólo existen en el área al que pertenece el valle del río Tabasará. Los estudios han sido publicados.
En el marco del diálogo conducido por la ONU con los habitantes del área se llegó al acuerdo, de llevar a cabo nuevos estudios independientes de impacto ambiental y social. Hasta entonces, los trabajos de construcción de la represa deben interrumpirse. La empresa constructora no ha detenido los trabajos y el acuerdo no se cumple. Como forma de protesta ante la falta de cumplimiento, los indígenas Ngäbe han ocupado desde el 19 de mayo las obras.
Salva la Selva se solidariza con las exigencias de los defensores de la naturaleza y los indígenas en Panamá. Ellos rechazan la construcción de la represa y exigen la detención inmediata de las obras, así como la retirada de las concesiones otorgadas. El banco DEG y otros bancos de desarrollo deban retirar inmediatamente la financiación de la represa hidroeléctrica Barro Blanco.
Ver reportaje en AlJazeera sobre Barro Blanco.
A la ciberacción de Salva la Selva Bancos europeos financian destrucción de selva y ríos en Panamá