Aceite de palma: petrolera Total hace una pantomima
13 jul 2021
La petrolera francesa Total anunció querer prescindir del aceite de palma como materia prima para los biocombustibles a partir de 2023. Al parecer, el anuncio formaría parte de una campaña que apunta a mostrarse como una empresa respetuosa con el medio ambiente. La petrolera se estaría adelantando a la normativa que regula el fin del uso del aceite de palma en biocombustibles.
Total es una de las mayores productoras de petróleo y gas natural del mundo y está experimentando a cabo un lavado de imagen ecológico. En mayo, la empresa se rebautizó como TotalEnergies y desde la misma afirman que este año destinarán el 20% de sus inversiones a energías renovables, como parques solares o parques eólicos marinos.
En una entrevista, el director general del grupo, Patrick Pouyanne, anunció su intención de abandonar el aceite de palma para la producción de biocombustibles a partir de 2023. El trasfondo de esta decisión probablemente no está tanto en que la empresa haya entendido la destrucción de los bosques tropicales para plantaciones de aceite de palma, sino un simple cálculo económico:
Total ha reconvertido una refinería de petróleo en Médé, cerca de Marsella, para la producción de biocombustible y utiliza principalmente derivados del aceite de palma como materia prima. Es probable que el endurecimiento de la normativa legal previsto tenga como consecuencia que el uso del aceite de palma deje de ser rentable en el futuro. La impresión transmitida por Pouyanne de que TotalEnergies ha decidido no utilizar aceite de palma por razones medioambientales es meramente publicitaria.
En 2020, el gobierno francés eliminó las exenciones fiscales al aceite de palma por la presión de las organizaciones ecologistas. La producción de biodiésel y de combustible hidrogenado (HVO) a partir de aceite de palma puro dejó de ser rentable.
Para impedir esta decisión, Total hizo una gran campaña de presión y presentó una demanda ante el Consejo Constitucional francés, la cual perdió. Pero el gobierno había dejado un resquicio para las empresas petroleras. Como los llamados destilados de grasa de palma (PFAD) seguían estando exentos de impuestos, TotalEnergies había cambiado su producción de biocombustible por este subproducto de la industria del aceite de palma.
Ahora, la legislación francesa también podría gravar los PFAD. Al parecer, TotalEnergies se adelantaría a la decisión, lo que efectivamente significa el fin del aceite de palma.
Salva la Selva hizo campaña con la petición "Locura TOTAL: Quieren talar la selva para producir biocombustible", en la que participaron casi 290.000 personas, criticando duramente el uso de aceite de palma por parte de Total.
La producción de biocombustibles seguirá perjudicando a los bosques tropicales en el futuro, ya que cada vez se utiliza más el aceite de soja. Las importaciones francesas de esta materia prima para este fin se han quintuplicado en cinco años, hasta alcanzar las 670.000 toneladas anuales, informa la organización ecologista Canopee.
Para plantar millones de hectáreas de monocultivos de soja, se talan e incendian los bosques tropicales y las sabanas de Sudamérica. Por tanto, el aceite de soja es tan perjudicial para el medio ambiente como el de palma. Por ello, el gobierno francés está considerando limitar las importaciones a los niveles de 2017, lo que equivaldría a unas 140.000 t/a.
El pilar de TotalEnergies sigue siendo el negocio del petróleo y el gas, desde la exploración y extracción de yacimientos hasta el transporte, almacenamiento, procesamiento y venta a través de sus propias estaciones de servicio. TotalEnergies sigue siendo una empresa que en nuestra opinión gana mucho dinero destruyendo y contaminando el medio ambiente y emitiendo enormes cantidades de emisiones perjudiciales para el clima.
Si no has firmado la petición de Salva la Selva, puedes hacerlo en este enlace.