Apagar el fuego, mantener viva la Amazonía
Cada año se talan y queman grandes superficies de la selva amazónica para expandir la ganadería, los monocultivos de soja y extraer recursos minerales del suelo. Los pueblos indígenas se dirigen a la comunidad global haciendo un llamamiento a hacer un pacto global para proteger el 80% de la Amazonía hasta 2025.
Noticias y actualizaciones PeticiónPara: Mecanismos y funcionarios de Naciones Unidas para pueblos indígenas
“La comunidad internacional debe actuar para lograr un pacto global para proteger el 80% de la Amazonía hasta 2025. Firma la petición.”
En toda la selva amazónica avanzan madereros, ganaderos, productores de soja, especuladores de la tierra, empresas petroleras y mineras. Están cortando los árboles y quemando todo.
Desde el espacio, satélites registran todos los incendios, su duración y extensión. Cada año se producen cientos de miles de incendios y, en ocasiones, grandes zonas del Amazonas quedan envueltas en humo. La destrucción avanza en un amplio frente desde el sur y a lo largo de los ríos y caminos rurales. La selva tropical también arde en los países amazónicos vecinos.
La Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica COICA se dirige a la comunidad global con un llamamiento urgente. Los 500 pueblos indígenas que la habitan exigen un pacto global para proteger el 80% de la selva Amazónica hasta 2025.
La mayor selva del mundo no es sólo “el gran pulmón del planeta, sino el corazón de la Tierra”, afirma el estudio "La Amazonía a Contrarreloj". La deforestación de la Amazonía no debería superar el temido punto de no retorno que puede hacer irrecuperable su función ecológica planetaria.
El problema es acuciante y global, ahora hace falta actuar. Los gobiernos de los países amazónicos deben declarar el estado de emergencia y las naciones industrializadas deben reconocer su responsabilidad en el cambio climático.
Por favor, firma la petición y ayuda a difundirla ampliamente.
Más informaciónUn año más, más incendios
El promedio anual de deforestación es de más de un 75% con respecto a la década anterior rompiendo el récord de siete años sólo en los primeros seis meses del año.
Los fuegos en la Amazonía tienen lugar en la estación seca, agosto y septiembre. El humo es denso y el aire irrespirable, y el fuego deja tras de sí áreas calcinadas y desoladas, ya sin árboles. No es difícil de imaginar que el avance de las llamas degrada terriblemente el ambiente.
Los incendios que nos preocupan son debidos a quemas intencionadas iniciadas por agricultores, ganaderos y especuladores de tierras, para eliminar la vegetación que tumbaron previamente y ocupar esas tierras con sus actividades de ganadería, monocultivo de soja, plantaciones de caña de azúcar, otras actividades agrícolas y mera especulación con la tierra.
Las olas de calor cada vez más frecuentes, duraderas e intensas, que reducen la humedad y dificultan el control del fuego. El escenario es de catástrofe climática.
En Bolivia, cinco reservas ecológicas y al menos 17 comunidades indígenas de los departamentos de La Paz, Santa Cruz, Cochabamba y Beni, este último el más afectado, están sido severamente afectadas por el fuego. Se habla de casi tres millones de hectáreas afectadas. Algunas comunidades han quedado incomunicadas y sin electricidad. Piden la declaración de emergencia nacional y de desastre nacional por incendios y sequía y denuncian el abandono por parte del Gobierno. "Hogares, cosechas y vidas corren peligro de las comunidades amazónicas y de áreas circundantes corren peligro", denuncian desde la Coordinadora Nacional de Defensa de Territorios Indígenas Originarios Campesinos y Áreas Protegidas de Bolivia CONTIOCAP.
Por su parte, la Federación Iberoamericana de Derechos Humanos solicita al presidente de Bolivia, Luis Arce, detener el ecocidio a causa de los incendios y cumplir el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
En Brasil, la devastación de la Amazonía alcanzó cifras históricas durante el Gobierno de Bolsonaro (entre 2019 y 2022) por su promoción de la explotación económica de la selva, incluso en territorios indígenas. La esperanza y mejores perspectivas que desde enero de 2023 ofrece el gobierno de Lula da Silva no ha impedido que los incendios se dispararan desde la primera semana de septiembre en la región central de la selva amazónica brasileña. En octubre, la sequía, los bajos niveles de los ríos y las temperaturas récord favorecieron la multiplicación de los incendios. Es la peor sequía en décadas y varios municipios del estado de Amazonas se han visto obligados a declarar la emergencia ambiental.
En noviembre, el Instituto Brasileño de Investigaciones Espaciales avisó de los riesgos por venir. Tanto en la selva amazónica, debido a las quemas que llevan a cabo madereros, agricultores o mineros, como en otro ecosistema importante, el Pantanal, región húmeda y extremadamente biodiversa, ahora bajo amenaza por la multiplicación de los incendios. En este bioma se han contabilizado sólo en noviembre 2.660 focos.
Además de las pérdidas materiales, muchas personas con problemas respiratorios resultan afectadas.
La agencia de la ONU para el medio ambiente y el Panel Intergubernamental para el Cambio Climático informa que la destrucción y sus consecuencias, y el empeoramiento de la calidad del aire por los incendios, seguirán en aumento.
Es urgente:
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Adaptar los bosques naturales al cambio climático, con medidas de protección, conservación y restauración que prevengan la deforestación y nuevos incendios.
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Una respuesta contundente de apoyo a los pueblos indígenas que la habitan y en defensa de la Amazonía.
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¡Firma la petición! Y comparte
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Lee el estudio de COICA: "La Amazonía a Contrarreloj: un diagnóstico regional sobre dónde y cómo proteger el 80% a 2025"
Para: Mecanismos y funcionarios de Naciones Unidas para pueblos indígenas
Estimadas Sras. y Sres.:
La Amazonía es un solo cuerpo interconectado de importancia mundial para la humanidad y para todo el planeta. Los incendios que están teniendo lugar en Brasil, Bolivia y Paraguay ponen de manifiesto más que nunca la situación de urgencia. No son casos aislados y la situación se repite año a año y están alcanzado un punto cercano al de no retorno.
Por eso de nada sirven proyectos o iniciativas que protegen una parte de la Amazonía, mientras esta está siendo destruida por otras. Se requieren actuaciones eficaces para fortalecer la defensa de la Amazonía por parte de los nueve países amazónicos.
Los pueblos que habitan la región amazónica se enfrentan con los incendios y las amenazas subsiguiente: deforestación y degradación, tala ilegal, ganadería extensiva, expansión de agronegocios como el cultivo de la soja y la palma aceitera, proyectos minero-extractivos, explotación de hidrocarburos e infraestructuras como carreteras, hidroeléctricas, hidrovías, líneas de transmisión y otros.
Por ello, nos dirigimos a las autoridades de las Naciones Unidas para pedir más acciones eficaces para la Amazonía, en coordinación con los gobiernos de los países amazónicos y organizaciones indígenas que representen los intereses de los pueblos directamente afectados por los incendios y la destrucción de la Amazonía.
Por todo ello considero urgente la intervención inmediata de los mecanismos y funcionarios de Naciones Unidas para pueblos indígenas. Me sumo a la petición internacional en defensa de la Amazonía y en repudio del incendio que está acabando con el planeta.
Atentamente,
Sr. Francisco Calí Tzay, Relatora Especial para Pueblos Indígenas; Sra. Inger Andersen, Directora Ejecutiva de ONU AMBIENTE, Sra. Yoka Brandt; Presidente de la Junta Ejecutiva de PNUD; Sr. Guy Ryder, Director OIT; Sra. Li Yanduan, Presidenta de CERD; Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General OMS; Sr. Qu Dongyu, Director General FAO; Sra. Patricia Espinosa, Secretaria Ejecutiva CMNUCC; Sra. Elizabeth Maruma Mrema, Secretaria Ejecutiva CBD; Sra. Audrey Azoulay, Directora General UNESCO
Alto al fuego en Brasil: una Amazonía con menos incendios
Durante el primer mes del año y ya con Bolsonaro fuera del gobierno, Brasil logró reducir significativamente, al menos por el momento, la cantidad de incendios en la Amazonía. En enero 2023 se registraron 1.056 focos de incendio frente a los 2.756 focos de diciembre 2022.
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Según el Sistema FIRMs de la NASA, en toda Sudamérica se registraron 116.500 incendios entre el 1 y el 16 de septiembre 2020. Los incendios son un drama global.
la Federación Iberoamericana de Derechos Humanos solicita al presidente de Bolivia, Luis Arce, detener el ecocidioPiden a Pdte. Arce detener ecocidio en Bolivia, en: https://www.servindi.org/20/11/2023/piden-pdte-arce-detener-ecocidio-en-bolivia
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