Salvar la selva tropical del sur de Papúa y fortalecer a indígenas papúes
Los bosques tropicales de Papúa están sufriendo una avalancha sin precedentes de empresas madereras, de aceite de palma y mineras. La organización ambiental y de derechos humanos Pusaka denuncia que el acaparamiento de tierras y la deforestación con tala masiva de árboles están aumentando y que los indígenas papúes están perdiendo sus medios de vida en la selva.
El proyecto en síntesis
TemáticasHábitats
Objetivo(s) Defensa de la selva tropical del sur de Papúa y apoyo a los pueblos indígenas
Actividad(es) Apoyo a comunidades indígenas, trabajo político
Texto principal
Marius Betera resistió durante años contra una empresa de aceite de palma. Se trataba del bosque de sus antepasados, su herencia, que una empresa pretende talar y plantar con palmas de aceite. Hasta que el 16 de mayo de 2020 un policía le propinó una severa paliza y murió pocas horas después en un hospital.
Su legado es un bosque al sudeste de Papúa, la parte indonesia de la isla de Nueva Guinea. Los indígenas papúes consideran el bosque como su madre, que les proporciona todo lo que necesitan para vivir. La médula de la palmera sagú es su alimento principal. Recogen frutos del bosque, plantan pequeños huertos, pescan y cazan. La selva es un lugar sagrado para este pueblo indígena, donde viven sus antepasados, un lugar de unidad con la creación y los ancestros.
La selva tropical es patrimonio de los antepasados
Extensos bosques tropicales abarcan desde las altas montañas del centro de la isla hasta los pantanos de la costa sur. Esta zona forestal, la mayor de toda Indonesia, posee una biodiversidad rica y única. Aquí viven magníficas aves del paraíso y canguros arborícolas, junto a muchas especies desconocidas. La diversidad de culturas humanas y lenguas es también abrumadora. En el sureste, la densa selva tropical se reduce y se convierte gradualmente en sabana. Estas dos regiones, la selva tropical de tierras bajas y la sabana y pastizales del Trans Fly, forman parte de las ecorregiones de la Tierra que hay que proteger a toda costa.
La selva tropical de Papúa, en las garras de la agroindustria
Cada vez son más las empresas agrícolas que invaden la selva y la sabana desde que los bosques tropicales de las tierras bajas de Sumatra y Borneo quedaron saqueados. En los últimos veinte años se han talado miles de kilómetros cuadrados de la selva tropical de Papúa para extraer madera tropical y establecer mega plantaciones, a pesar de la resistencia de las comunidades que habitan la selva.
Los paisajes naturales se están convirtiendo en zonas agrícolas de monocultivo. En los distritos meridionales de Merauke, Mappi y Boven Digoel, se están creando grandes haciendas (“estates”) , con extensos cultivos alimenticios y energéticos, bajo la soberanía del Ministerio de Defensa y Seguridad. Comprometen la supervivencia de 2.684.681 hectáreas de selva tropical, de las cuales 972.625 hectáreas son bosques pantanosos de turba.
La política económica del gobierno indonesio está impulsando el "desarrollo" de los bosques de Papúa. Las nuevas leyes facilitan una inversión que significa la destrucción de la selva tropical en estas "haciendas alimentarias", que aparentemente están destinadas a la seguridad alimentaria, aunque en realidad sirven sobre todo para obtener aceite de palma y papel.
Se ignora la crisis climática, la pérdida de biodiversidad y los derechos de los pueblos indígenas. Los cambios se imponen a la población por la fuerza. El bosque ya no les proporciona alimento y el hambre y la escasez son cada vez más frecuentes. El fraude, el saqueo y la discriminación se han convertido en algo cotidiano.
Ante esta situación, en Pusaka consideran urgente influir en la política y la economía. El objetivo es crear un marco político que reconozca los derechos de los indígenas papúes y, al mismo tiempo, frene la deforestación y la destrucción del medio ambiente.
Preservar el patrimonio natural: el proyecto y la organización Pusaka
"¡La atención internacional puede detener la deforestación!", exclama Franky Samperante, Director de Pusaka, con esperanza. "El mundo tiene que entender lo importante que es Papúa para la biodiversidad y el clima".
Pusaka significa patrimonio. El nombre de la organización subraya la voluntad de preservar el patrimonio natural del bosque y legarlo a las generaciones futuras.
"Los pueblos se oponen al acaparamiento de tierras", afirma Franky. "Apoyamos a los habitantes de los bosques con conocimientos técnicos, asistencia jurídica y campañas. También necesitan ingresos para no caer en las falsas promesas de las empresas."
Objetivos: Salvar la selva tropical del sur de Papúa y el fortalecimiento de los indígenas papúes
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Lograr cambios en la política y la economía, a través de leyes y obligaciones para las empresas en materia de protección y respeto de los derechos humanos de los indígenas papúes;
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Mejoras para los pueblos indígenas papúes en el uso de la tierra y los bosques como fuente de su sustento, alimentación y ecología;
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Evitar una mayor deforestación y proteger el medio ambiente;
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Reforzar las capacidades y la posición de los indígenas papúes para garantizar sus derechos, medios de subsistencia, fuentes de alimentos y protección de los bosques;
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Educación y formación; acompañamiento de comunidades indígenas y defensores del medio ambiente;
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Campañas y casos judiciales; ganar influencia sobre la política y la aplicación de la ley; seguimiento e investigación de casos concretos; publicaciones;
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Formación complementaria para Pusaka en las áreas de: seguridad, comunicación, campañas, gestión financiera, análisis de datos.
Área de donación "Selvas tropicales"
Si desea ayudar a preservar la selva tropical del sur de Papúa, utilice el área de donaciones "Selvas tropicales".