Tras las elecciones en Brasil: ¿se salvó la selva amazónica?
8 nov 2022
Lula da Silva volverá a ser presidente en Brasil, y su predecesor, Jair Bolsonaro, queda fuera. Preguntamos a las organizaciones con las que trabajamos en Brasil el significado de este acontecimiento para ellas, su trabajo, los pueblos indígenas y los bosques tropicales.
En Brasil, el pasado domingo, el "izquierdista" Lula da Silva ganó las elecciones presidenciales, aunque por un margen extremadamente estrecho sobre el anterior presidente de "derecha radical" Jair Bolsonaro. El terreno que ha dejado Bolsonaro es arduo, pero el mensaje es de esperanza y hay muchas ganas de seguir trabajando con grupos en Brasil que defienden la selva amazónica y la integridad de otros ecosistemas importantes.
El caso es que este último ha sumido al país en una grave crisis, sembrando la intolerancia, el odio y la violencia. Bajo el gobierno de Bolsonaro, las tasas de deforestación se han disparado. Ha impulsado la ocupación y explotación de las selvas tropicales, ha reducido las áreas protegidas y las ha abierto a la explotación minera, frenado mientras el reconocimiento de los territorios indígenas.
La opinión pública internacional ha acogido con gran satisfacción la victoria de Lula da Silva, vinculándola sobre todo a la esperanza de salvar la selva amazónica y el clima global. Lula da Silva ya ha gobernado el país durante dos mandatos, de 2003 a 2010, por lo que no es un desconocido al frente del Estado.
La pregunta que nos hacemos ¿cuánto de realista hay en las elevadas expectativas puestas sobre Lula da Silva? ¿Podrá reunificar al país y detener la espiral de destrucción, sobre todo sin mayoría en el Parlamento?
La primera reacción
"Sentimos alivio, aunque Brasil haya quedado dividido por Bolsonaro. Ahora es el momento de calmarse, la lucha continúa", comienza la Comisión Pastoral de la Tierra CPT del estado de Maranhão. La organización valora el resultado de las elecciones como una "victoria de la democracia sobre el fascismo".
En el movimiento Xingu Vivo, desde el estado de Pará, también nos dicen sentir "alivio", pero sin olvidar que "Lula fue el constructor de la presa de Belo Monte", un gigantesco proyecto hidroeléctrico en la selva que afectó la región y que precisamente, " dio lugar a la creación del movimiento Xingu Vivo".
Consecuencias de la presidencia de Bolsonaro
Uno de los peores efectos que destacan del gobierno de Jair Bolsonaro ha sido para otra organización contraparte, el Foro Carajas, el "avance del agronegocio".
Sobre este punto, Xingu Vivo completa "que bajo el mandato de Bolsonaro, instituciones estatales como el IBAMA, la Agencia de Medio Ambiente, la FUNAI, la Agencia Nacional Indígena y el INCRA, la agencia de la tierra, que tenían las tareas de proteger el medio ambiente y las comunidades tradicionales y los pueblos indígenas, han sido utilizadas como herramientas de destrucción. Esperamos que esto cambie rápidamente con Lula".
La CPT cita aspectos éticos como los peores efectos del gobierno de Bolsonaro. Entre estos, la "burla acerca de los cientos de miles de muertos como resultado de la pandemia de coronavirus, la inhumanidad y la violación de la dignidad humana por parte del propio Jair Bolsonaro, su agenda machista y misógina y ultrarreligiosa, la violencia sistémica y la ‘weaponización’ de la sociedad, el asesinato de líderes indígenas y defensores de los derechos humanos".
¿Qué se espera de Lula da Silva?
El CPT espera que el nuevo gobierno "reinvente Brasil" y "combata la violencia contra las y los defensores de los derechos humanos, reconozca los derechos de los pueblos indígenas, legalice los territorios tradicionalmente habitados por un gran número de pequeños agricultores". Mientras, los retos serán "reconstruir las instituciones del Estado brasileño, luchar contra la violencia y por la protección de la democracia y de la Amazonia".
Lamentablemente, "Lula seguirá impulsando proyectos de desarrollo como la presa de Belo Monte y ya ha anunciado la ampliación de las infraestructuras como política de su gobierno, es decir, la construcción de carreteras troncales, ferrocarriles, puertos, etc., con el objetivo de extraer materias primas y ampliar la producción", explican desde Xingu Vivo. "Confía también en los mercados de carbono y otros mecanismos de economía verde, que por nuestra parte creemos erróneos".
El Foro Carajas desea "la vuelta de la racionalidad" y ve como uno de los retos principales “no dejar que la gente crea que la lucha ha terminado y que hemos llegado al paraíso".
Aun así, el mensaje es de esperanza. Seguimos trabajando en defensa de las selvas y en apoyo del trabajo de los propios pueblos indígenas.