El pueblo Yanomami sufre un genocidio
9 feb 2023
Impactantes imágenes y noticias de la selva donde viven los indígenas yanomami llegan a la opinión pública mundial. Miles de buscadores ilegales de oro invaden y ocupan su territorio en la selva amazónica reconocido por el Estado, destruyendo y envenenando los medios de vida de los indígenas: las personas mueren de enfermedades introducidas, de la contaminación con mercurio y de hambre.
Las imágenes publicadas y los reportajes de televisión muestran una catástrofe humanitaria entre los aproximadamente 26.000 yanomami que viven en el norte de Brasil: niños con el vientre hinchado por el hambre y los parásitos, personas demacradas hasta los huesos, enfermos, apáticos y desesperados, completamente al límite de sus fuerzas.
"Parece un campo de concentración", cita Reuters al ministro de Sanidad indígena, Weibe Tapeba, en una entrevista radiofónica. "Los militares brasileños deben expulsar a los mineros ilegales de oro de la reserva yanomami", afirma el médico, nombrado para el cargo por el nuevo gobierno brasileño.
Los 20.000 buscadores de oro armados que invaden la selva tropical yanomami han introducido enfermedades como Covid-19, violencia, anarquía, prostitución, alcohol y drogas, han establecido campamentos ilegales, carreteras, pistas de aterrizaje, pubs y burdeles.
Los buscadores de oro han devastado la selva tropical y sobre todo los cursos de los ríos, talando los árboles de la selva primaria, removido y lavado suelos y los sedimentos fluviales con excavadoras y chorros de agua de pesadas bombas. De este modo, no sólo se destruyen los medios de subsistencia de los yanomami, sino que se envenenan las aguas y la tierra de forma permanente.
Después del oro, los mineros ilegales tienen ahora en su punto de mira otros valiosos recursos minerales, como la casiterita, de la que se extrae el estaño, informan Reporter Brasil y O Globo. Este metal brillante de color blanco plateado se utiliza principalmente como soldadura, para la producción de hojalata, como las latas de conservas, y para productos químicos y pigmentos. El valor en el mercado internacional es de unos 28.000 dólares por tonelada de estaño.
En las fotos no se puede ver el mercurio que contamina los suelos, el agua y los ecosistemas en todas partes. Los buscadores de oro utilizan el tóxico metal pesado para aglutinar el polvo de oro lavado. Los yanomami que beben el agua, pescan en los ríos contaminados o cultivan los suelos están siendo envenenados.
El nuevo gobierno brasileño interviene
Los yanomami llevan años denunciando la catastrófica situación, pero sus llamamientos a las autoridades brasileñas y al gobierno han sido prácticamente desoídos hasta ahora. El nuevo gobierno brasileño ha declarado la emergencia sanitaria para el territorio yanomami de la selva amazónica el 20 de enero de 2023.
Las fuerzas estatales transportan ahora a los yanomami enfermos y hambrientos a centros sanitarios y lanzan paquetes de alimentos desde helicópteros. Unidades especiales de policía y militares han empezado a recoger y expulsar a los invasores. Algunas excavadoras, equipos de bombeo e incluso un avión quedaron destruidos. Una cuestión importante es a dónde se trasladarán ahora los buscadores.
Visita del presidente Lula da Silva y la ministra Sônia Guajajara a Boa Vista
"Adultos que pesan tanto como niños, niños que mueren de desnutrición, malaria, diarrea y otras enfermedades", explica el Presidente de Brasil, Lula da Silva. Junto con Sônia Guajajara, que estrena el nuevo Ministerio de Asuntos Indígenas, visita un centro de salud provisional en Boa Vista, en el estado de Roraima, al norte de la Amazonia.
"Más que una crisis humanitaria, lo que vi en Roraima fue un genocidio, un crimen premeditado contra los yanomami, cometido por un Gobierno que no tiene sentido del sufrimiento", prosiguió Lula da Silva, sobre el gobierno de su predecesor Jair Bolsonaro al que relevó en enero de 2023. Según los informes, 570 niños yanomami murieron durante su mandato.
El expresidente Bolsonaro promovió la minería ilegal
Bajo el gobierno saliente de Bolsonaro y su predecesor Michel Temer, no solo se ignoraron las peticiones de ayuda de los yanomami o las órdenes del Tribunal Supremo. También se malversaron fondos y recursos destinados a los indígenas, y se retiraron las finanzas y el personal de la agencia indígena FUNAI y de la agencia medioambiental IBAMA.
En Brasil hay demasiada tierra para muy pocos indígenas, solía decir Bolsonaro. Y en sus territorios de selva tropical, mucha madera y recursos minerales que deberían explotarse. Quería legalizar la minería ilegal (garimpo en portugués) en la zona. Hizo un llamamiento descarado a la ocupación y el saqueo de los territorios de los pueblos indígenas que ya estaban reconocidos y protegidos por el Estado. Ahora, el Tribunal Supremo de Brasil ha ordenado a los fiscales federales que investiguen a Bolsonaro y a su Gobierno por genocidio y otros delitos contra los yanomami.
Proyecto con los Tukano
A través del Instituto Nova Era, Salva la Selva apoya a los indígenas tukano que viven en su territorio TI Balaio en el estado de Amazonas, reconocido por el Estado. Es el pueblo vecino, situado al oeste de los yanomami. También aquí, en la selva tropical del río Negro, la situación de abastecimiento de la población es precaria. A petición urgente de los Tukano, un proyecto iniciado para el cultivo de plantas medicinales y uso de la medicina natural se ha modificado para dedicarse también al cultivo de alimentos. En las zonas remotas, las comunidades se ven obligadas ante todo a mantenerse a sí mismas.