El agua como derecho humano: un triunfo de los pueblos
1 sept 2010
La Asamblea General de las Naciones Unidas en su reunión de ayer 28 de julio de 2010, aprobó la resolución presentada por Bolivia para que el agua y el sanemiento sean declaradas un derecho humano.
La Asamblea General de las Naciones Unidas en su reunión de ayer 28 de julio de 2010, aprobó la resolución presentada por Bolivia para que el agua y el sanemiento sean declaradas un derecho humano. El proyecto presentado por Bolivia resalta la necesidad de que la comunidad internacional coopere para que la humanidad tenga acceso al agua y al saneamiento.
A partir del visto bueno de la ONU, los diferentes gobiernos deben actuar en consecuencia para apoyar en todo sentido programas que permitan a toda la humanidad acceso al recurso vital. La resolución tuvo 122 votos a favor, 41 abstenciones y 0 en contra.
Cabe destacar que algunos países europeos votaron a favor de la iniciativa: Alemania, Bélgica, Francia, Italia, Portugal, Noruega, Suiza... La gran mayoría de los países del Sur votaron a favor. Se abstuvieron, entre otros los Estados Unidos, Canadá, el Reino Unido, Israel, Irlanda, Holanda, Japón, Korea, Austria, Australia, Polonia, Rumania, Croacia.
De acuerdo con estudios realizados por la ONU, en el mundo, al menos 884 millones de personas carecen de agua limpia y 2.500 millones sólo pueden acceder a ésta a más de tres kilómetros de distancia de sus hogares. El estudio indica también que 2.700 millones de personas carecen de servicios de saneamiento y otras 1.200 no cuentan con servicios de limpieza y de aseo, ni letrinas.
Este es un gran triunfo de los pueblos del tercer mundo y de todos las personas comprometidas en que el agua sea para todos. Un gran abrazo y una felicitación a nuestros hermanos bolivianos, quienes tomaron esta importantísima iniciativa. Esta es una nueva muestra del sentido que adquiere el trabajo de los grupos y movimientos sociales, y la necesidad de seguir comprometiéndose por los derechos humanos y la defensa del medio ambiente. ¡Seguimos trabajando!