Madagascar: madera noble para guitarras paga multa
13 ago 2012
El fabricante de guitarras norteamericano Gibson importaba madera ilegal de Madagascar y acaba de pactar con la justicia el pago de una multa de 300.000 dólares. Además, Gibson dona otros 50.000 dólares a una organización ambiental. La madera incautada por las autoridades queda confiscada por el gobierno.
El fabricante de guitarras norteamericano Gibson importaba madera ilegal de Madagascar y acaba de pactar con la justicia el pago de una multa de 300.000 dólares. Además, Gibson dona otros 50.000 dólares a una organización ambiental. La madera incautada por las autoridades queda confiscada por el gobierno.
Con el pago concluye una pelea judicial de tres años que el fabricante de guitarras amplificó con una peculiar campaña mediática contra la arbitrariedad de las autoridades competentes. El jefe de Gibson, Henry Juszkiewicz deambuló durante meses por periódicos, radios y canales de televisión del país, hablando en contra de las investigaciones que las autoridades habían iniciado. Llegó a aliarse con los ultraconservadores del Tea Party.
Juszkiewicz se ensañó contra la llamada ley Lacey, una ley estatal norteamericana que impide el comercio e importaciones de animales salvajes y maderas de procedencia ilegal en los Estados Unidos, y establece severas multas. La ley pone en peligro puestos de trabajo norteamericanos y el libre comercio, eran sus argumentos. Con su campaña, Gibson no sólo quería influenciar el proceso judicial en marcha, sino también tumbar la ley, en la que se basaban las investigaciones en su contra. Con esto ha fracasado.
La organización de derechos humanos Environmental Investigation Agengy (EIA) y Global Witness investigaron por encargo de la administración de Parques Nacionales de Madagascar la tala de maderas nobles en las selvas tropicales de la isla. El Estudio del comercio internacional de ébano y palisandro resume desenmascara el tráfico ilegal.
Las huellas conducen a una mafia de inescrupulosos comerciantes de madera tropical, entre ellos la Société Thunam Roger y el comerciante de maderas de Hamburgo Theodor Nagel hasta Gibson en los EEUU. Estos han deforestado en las selvas tropicales y parques nacionales de la isla en contra de las leyes, y han ganado fortunas con las maderas nobles. Cientos de contenedores se apilan en los almacenes y puertos, llenos de madera de ébano y palisandro amenazadas de extinción. La empresa Nagel está en concurso de acreedores.
Aunque Gibson reconoció que había violado códigos nacionales e internacionales que protegen a bosques de maderas exóticas, defensores de la naturaleza y de los derechos humanos siguen considerando irresponsable al fabricante de guitarras. Con cada acorde de las guitarras cuestionadas resuenan también las motosierras en la selva. Sguramente, la mayoría de los músicos no quieren utilizar guitarras con mástil de maderas nobles que procedan de la destrucción de la selva. Más de 60.000 personas (sesenta mil)
de todo el mundo participaron en las protestas de Salva la Selva “Músicos de Madagascar defienden la selva” y “Guitarras Gibson ¡¡¿¿Talando la selva para tocar rock and roll ??!!”