Colombia: policía contra defensores del río Magdalena
14 ago 2012
Los afectados por la construcción de la represa hidroeléctrica El Quimbo han convocado a una Minga de resistencia. 'Minga' significa un trabajo hecho en colaboración, en comunidad.
La Minga en el departamento del Huila es una Asamblea Permanente por la Defensa del Territorio, del río Magdalena, del Macizo Colombiano, del páramo de Miraflores y de las comunidades afectadas por los megaproyectos en la región. Exigen el retiro de las trasnacionales del territorio. Y garantías de acceso a la tierra de campesinos e indígenas. Y piden una solución política del conflicto armado y el control soberano y autónomo de su territorio. Para dialogar sobre la política de destrucción e invasión de sus territorios para la extracción de recursos, esperan la visita en el territorio del Ministro del Interior.
Las empresas cuestionadas en este momento son Emgesa, filial de la europea Endesa-Enel, que construye la hidroeléctrica El Quimbo y afecta negativamente la vida y el sustento de los pobladores que se han visto desplazados, quedando impedido su libre acceso al río. Además ha habido impacto ecológico, que incluye la mortandad de peces. También incomoda la presencia de la empresa Hidrochina que se encuentra dragando el Río Magdalena para convertirlo en una hidrovía, que a principios de 2013 será entregada en concesión por el presidente colombiano Santos. Esta operación de privatización del río significa 700 mil millones de pesos del erario público.
La única respuesta del Gobierno a la invitación de diálogo fue un ataque por la fuerza con la intervención del Esmad, grupo especial de la policía. Desde tres puntos rodearon a la comunidad, acorralándola con gases y explosiones aturdidoras, dejando a los manifestantes indefensos y sin puntos de evacuación. Quedaron 25 personas heridas y al menos 4 detenidos. También dos miembros de la policía resultaron lesionados y fueron atendidos por la Guardia y la misión médica de la Minga.
El Gobierno es responsable de este ataque y abuso contra los derechos de la comunidad que desde el jueves pasado de manera pacífica les esperan. Luego del ataque del Esmad llegó la defensoría del Pueblo, la fuerza pública sigue sobre el puente ocupando la vía. La zona está en calma, pero la comunidad permanece al margen del río en los cambuches, firmes en la resistencia y continúa esperando que el Gobierno responda por el ataque indiscriminado y asuma su responsabilidad violenta en los hechos y se persone en la zona.