Estrasburgo: 243.998 firmas contra los agrocombustibles
11 sept 2013
Salva la Selva ha entregado hoy en Estrasburgo junto con Action Aid, Down to Earth, Amigos de la Tierra Europa, Oxfam, Transport & Environment y Wahli Indonesia, 243.998 firmas de ciudadanos recogidas mediante peticiones contra la fatal política de agrocombustibles de la Unión Europea.
La petición fue recibida por la parlamentaria Corinne Lepage, responsable de “biocombustibles”, Matthias Groote, representante de la Comisión de Medio Ambiente y las y los europarlamentarias y europarlamentarios Claude Turmes, Bas Eickhout, Josefa Andrés Barea y Sabine Wills. A lo largo del día, el pleno del parlamento decide por votación el futuro de la llamada energía verde a partir de cultivos.
El agrocombustible que se vende en la Unión Europea contiene cada vez más aceite de palma. Para producir aceite de palma es necesario talar selvas tropicales, en cuyo lugar se establecen a continuación monocultivos de esta especie. De Indonesia y Malasia procede el 90% del aceite de palma que se consume en el mundo. En ambos países, las plantaciones de palma en enormes monocultivos industriales son la principal causa de la deforestación de las selvas y suponen una grave amenaza para orangutanes, elefantes pigmeos o tigres de Sumatra.
La Unión Europea ha establecido por ley que con el combustible fósil tradicional debe mezclarse agrocombustible. En 2020, la proporción de energía renovable a utilizar en el transporte tendrá que ascender a un 10%. Casi todo el agrocombustible se produce a partir de alimentos: aceite de palma, de soja y de colza en el caso del biodiesel, y maíz, trigo, caña de azúcar y remolacha azucarera en el caso del bioetanol.
Salva la Selva ha recogido la mitad de las firmas hoy entregadas distribuyendo ampliamente en todas sus redes la petición “Biocombustibles”: UE destruye 700.000 ha de selvas. La petición ya fue entregada por correo a las 766 europarlamentarias por correo electrónico y ordinario. La organización ecologista exige eliminar inmediatamente los porcentajes obligatorios de mezcla de agrocombustibles, así como eliminar subsidios e incentivos y detener además las importaciones de agrocombustibles y materias primas para su producción, como el aceite de palma.
Después del Parlamento Europeo, se prevé que todavía decida sobre esta cuestión el Consejo de Ministros de la UE. La Unión Europea fomenta los agrocombustibles con subvenciones de 10 mil millones de euros anuales, por lo que la industria y el lobby agrario tienen un gran poder en la Unión Europea. Por lo tanto, y aunque se ha constatado que las consecuencias de la política de agrocombustibles de la UE sobre la naturaleza y poblaciones de los países productores son demoledoras, las decisiones previas se han limitado a juegos de números y a correcciones cosméticas sin una solución real a la deforestación, al desplazamiento de poblaciones, a la pérdida masiva de biodiversidad, a la contaminación.
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