Ikea no deforestará más en Carelia
21 feb 2014
Ikea ha dejado de talar los últimos bosques de la región rusa de Carelia. Desde hace años, Ikea Industrie (anteriormente Ikea Swedwood) practicaba con maquinaria pesada la destructiva tala rasa de árboles centenarios en los bosques boreales y fue criticada por Salva la Selva y otras organizaciones.
Ikea Industry (antes Ikea Swedwood) quiere concentrar su producción de madera en Rusia en su lugar de producción Tikhvin y terminar sus negocios en Carelia, según anunció la empresa en un comunicado de prensa. Los motivos que mencionan son económicos.
“Es una buena noticia que se detengan las motosierras y tractores en los bosques de Carelia”, dice Klaus Schenck, responsable de la campaña de Bosques y Energía de Salva la Selva: “Los bosques ancestrales no pueden ser vendidos o concesionados a ninguna otra empresa maderera, sino que deben quedar bajo estricta protección. También en otras partes Ikea debe aprovisionarse de madera de forma amigable con el ambiente y la sociedad. De todas formas es cuestionable, si con un consumo masivo de cerca de 14 millones de metros cúbicos por año esto es posible”.
Linda Nordström Ellegaard de la organización Protect the Forest dice “Junto con organizaciones ambientales rusas exigimos a Ikea como empresa multinacional que no tale madera de bosques ancestrales intactos o de áreas similares, estén certificados dichos bosques o no”.
Junto con Salva la Selva, ambientalistas de Suecia y Rusia critican desde hace tiempo la tala industrial que lleva a cabo Ikea. La multinacional arrasa con maquinaria pesada grandes áreas de bosques intactos de árboles centenarios y una diversidad excepcional de animales y plantas. Mientras que los daños causados a la naturaleza y los suelos son inmensos, Ikea genera beneficios con la madera talada.
Hasta ahora, Ikea ha justificado las talas en Carelia con el argumento de que el sello FSC certificó las áreas de bosque en 2006. Las críticas de Salva la Selva a la tala certificada de bosques fueron en su momento repondidas por FSC con una carta abierta, en la que decían que “FSC no es un sello ecológico”. Los últimos días de enero 2013, Swedwood Karelia perdió por cierto el certificado de su concesión de bosques.
En el verano de 2012, Salva la Selva llevó a cabo la acción de protesta con el título Ikea y los bosques: ¿Cómo dormir tranquil@?. En diciembre de 2012, las organizaciones ambientales suecas Protect the Forest y Amigos de la Tierra Suecia entregaron a Ikea una carta con 180.000 firmas de personas de todo el mundo – 65.000 de las mismas recogidas a través de la campaña de Salva la Selva.