Carreteras que amenazan las selvas
27 jun 2017
La construcción de nuevas carreteras conduce a menudo a la tala definitiva de las selvas. En todo el mundo existe rechazo de conservacionistas a este tipo de proyectos -y hay éxitos para destacar. La construcción de nuevas carreteras conduce a menudo a la tala definitiva de las selvas. En todo el mundo existe rechazo de conservacionistas a este tipo de proyectos -y hay éxitos para destacar.
Está científicamente demostrado, que una gran parte de la destrucción de las selvas se da an franjas de unos pocos kilómetros de ancho a lo largo de las carreteras. Con la construcción de nuevas carreteras se abre la “caja de Pandora”, dice el profesor australiano William Laurance. Las carreteras pueden resultar útiles para la población, pero al mismo tiempo facilitan el paso a madereros, colonos, ganaderos, mineros, cazadores, etc. Atraen a traficantes de tierras y a la gran industria agrícola. Dividen el hábitat de los animales con peligro de que ocurra un gran número de atropellos, entre otros problemas.
La red carretera mundial crece de forma alarmante: se estima que se construirán 50 millones de kilómetros de nuevas carreteras hasta 2050, de acuerdo al citado profesor. Suficiente para dar la vuelta 600 veces alrededor del mundo. Por ejemplo en Indonesia se encuentra el ecosistema de Leuser en peligro continuo. Una y otra vez, políticos locales acometen la construcción de carreteras a través del sensible ecosistema de bosque. También en la Amazonía es cada vez más densa la red de caminos de asfalto.
Ecologistas, activistas, ambientalistas se oponen por esos motivos a proyectos de construcción de carreteras. A veces con éxito.
En el estado malasio de Saba se pudo evitar la construcción de un puente que habría significado la destrucción del hábitat de 700 elefantes. La presión de organizaciones ambientales internacionales contribuyó a paralizar el proyecto. Salva la Selva contribuyó a la denuncia y a este éxito con una petición que reunió el apoyo de 237.000 personas.
En Nigeria, el proyecto de una autopista que atravesaría el Parque Nacional Cross River está muy probablemente cerca de cancelarse. Los indígenas Ekuri y habitantes de comunidades próximas al trazado de la carretera, así como organizaciones ambientales se oponen a este proyecto desde que se dio a conocer. La maquinaria pesada se pudo detener, el gobierno central en la capital Abuja no aceptó varias veces el estudio de impacto ambiental y el gobernador tuvo que revertir las expropiaciones de una franja de 20 kilómetros de ancho. Salva la Selva apoyó con una petición y recogiendo donaciones para esta causa.
In Nigeria steht der Bau einer Autobahn durch den Cross River Nationalpark womöglich vor dem Aus. Die indigenen Ekuri, die Bewohner von zig Dörfern und mehrere Umweltschutzorganisationen kämpfen seit Bekanntwerden des Projekts dagegen an. Bulldozer wurden gestoppt, die Zentralregierung in der Hauptstadt Abuja akzeptierte die Umweltverträglichkeitsprüfung zum wiederholten Male nicht, der Gouverneur musste die Beschlagnahmung eines 20 Kilometer breiten Streifens Wald zurücknehmen. Rettet den Regenwald konnte den Kampf mit bislang 270.000 Unterschriften unterstützen. Wir sammeln weiter Spenden für die Aktivisten vor Ort.
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