Apoyo masivo para frenar los árboles transgénicos
10 jul 2017
Gracias a todas las personas que se han unido a la petición, la campaña para detener los árboles transgénicos pudo enviar la semana pasada un cuarto de millón de firmas de rechazo a los árboles transgénicos.
Un cuarto de millón de personas y 500 organizaciones enviaron comentarios dentro del plazo que concluyó el 5 de julio rechazando la comercialización de los eucaliptos genéticamente modificados de la empresa ArborGen Inc. Si estos se aprueban, serían los primeros árboles transgénicos aprobados en los EEUU.
El Departamento de Agricultura de ese país, la USDA, publicó una propuesta de aprobación de estos eucaliptos transgénicos que fue sometida a comentarios públicos desde abril 2017 hasta el 5 de julio.
Los árboles son transgénicos porque fueron sometidos a una modificación genética que los hace tolerantes a temperaturas frías, ampliando así enormemente el área en la que se puede plantar este tipo de eucaliptos. Su aprobación sentaría un precedente para futuros permisos a árboles transgénicos de otras especies como pino y álamo.
En su estudio de impacto, la USDA minimizó los riesgos que suponen su cultivo, e ignora el cambio climático. Sus estimaciones predicen además que el cultivo comercial de eucalipto cubrirá más de un millón de acres en siete estados del sur de los EEUU, desde Carolina del Sur hasta Texas. En esta región se encuentran algunas de las zonas más pobres de los EEUU junto a algunas de las más biodiversas ya amenazadas por el cambio climático.
Con todos los comentarios que reciban, la USDA va a elaborar su Declaración de Impacto Ambiental en la que deciden si permitir o no que esos árboles crezcan en grandes plantaciones al sur de los EEUU.
En una administración como la de Trump, el trabajo de información y concienciación está lejos de haber terminado. La movilización contra los peligrosos árboles transgénicos sigue.
El pasado mes Portugal sufrió uno de los peores incendios de su historia, que segó la vida de más de sesenta personas, y que se ha relacionado directamente con las plantaciones de eucalipto que cubren más de un cuarto de la superficie arbolada de portugal. En enero sucedió algo muy similar en Chile. En ambos casos, el monocultivo de eucalipto, conocido por ser extremadamente inflamable y por contribuir al incremento de la sequía -que combinadas con las olas de calor crearon las condiciones ideales para la expansión incontrolable del fuego.
Las condiciones que se pueden predecir con el cambio climático dejan predecir fácilmente más de lo mismo.
“El eucalipto transgénico se está impulsando para alimentar la demanda creciente de árboles para producir electricidad a partir de biomasa”, explica Rudy Turnstone, de la campaña contra los árboles transgénicos (Stop GETrees) del Global Justice Ecology Project, quien reside en Florida, una de las regiones en las que se pretende cultivar los eucaliptos transgénicos.
Las afirmaciones de la USDA de que los árboles transgénicos no van a contaminar los bosques nativos quedan fatalmente desmentidos por experimentos de 30 años de duración con cultivos transgénicos, que han contaminado una y otra vez a otras plantas a pesar de las promesas de la industria y de la propia USDA de que eso no sucedería. Los árboles transgénicos tienen si cabe mayor capacidad para contaminar y diseminarse, dado que su vida es mucho más larga, las distancias de polinización más largas y los cambios en las condiciones que se pueden dar durante el período de vida de un árbol son impredecibles.
“Los bosques se entretejen con la evolución humana”, declara la Dra. Rachel Smolker, Co-Directora del Observatorio de Biocombustibles Biofuelwatch y miembro del Comité Directivo de la campaña contra los árboles transgénicos. “Regulan y estabilizan los flujos de agua y el clima, enriquecen los suelos y previenen la erosión. Proveen alimento, medicina, albergue, combustible, sustento, ocio y santuario a poblaciones en todo el mundo. Literalmente hacen posible la vida en la tierra. Han evolucionado a lo largo de los tiempos para adaptarse al medio. Manipular su genética y plantarlos en ambientes extraños demuestra una falta de entendimiento de la ecología y la genética”.
Más allá de los impactos ecológicos están los efectos de estas plantaciones de eucaliptos transgénicos sobre las comunidades locales. “El eucalipto transgénico ejemplifica el modelo forestal injusto e insostenible”, explica BJ McManama del Indigenous Environmental Network. “Existen cientos de violaciones de los derechos humanos como resultado de la expansión sin control de las plantaciones de eucalipto en América Central y del Sur. Comunidades indígenas y tradicionales que han sido envenenadas por la exposición a químicos tóxicos y en algunos casos violentamente desplazados de sus tierras ancestrales. Estos abusos ponen de manifiesto la falta de respeto flagrante de la industria forestal tanto por las personas como por el medio ambiente. La USDA debe denegar el permiso a este cultivo”.
La oposición pública al eucalipto transgénico ha sido consistente y fuerte. En febrero de 2013, el gobierno sometió la solicitud de Arbor Gen de aprobación de sus árboles transgénicos. Siguió la mayor protesta contra los árboles transgénicos en la Conferencia de Biotecnología de ärboles en Asheville, NC. En abril de este año, la USDA finalmente publicó sus conclusiones recomendando la aprobación de la solicitud de Arbor Gen, lo que produjo la avalancha de comentarios de ayer rechazando los eucaliptos trangénicos en los EEUU.
El estudio de impacto refleja la oposición pública y por ello el riesgo para los inversores.
Más de 115.000 personas se unieron a la petición contra los árboles transgénicos que está difundiendo Salva la Selva en apoyo de esta campaña ¡Muchas gracias a todas ellas!