Los certificados de madera no protegen las selvas
13 jul 2017
La tala industrial es según nuevas investigaciones la principal causa de destrucción de las selvas. Tampoco los certificados de supuesto manejo forestal sostenible evitan la deforestación. La tala selectiva de árboles en concesiones certificadas constituye incluso un resorte para la disminución de áreas de selva.
La tala industrial de árboles es la principal causa de la destrucción de las selvas, seguida por la agricultura industrial, los incendios, la minería, la extracción de petróleo y la construcción de represas hidroeléctricas. Lo escribe un equipo internacional de científicos en el estudio Las últimas fronteras de la vida silvestre -Dando seguimiento a la pérdida de los bosques intactos entre 2000 y 2013 (The last frontiers of wilderness: Tracking loss of intact forest landscapes from 2000 to 2013). Durante este período se habría destruido el 7,2 por ciento de las áreas de selva de la tierra, mientras en los últimos años la tala en los trópicos se habría triplicado.
En la cuenca del Congo, los científicos investigaron también los efectos del manejo forestal sostenible tal y como se fomenta desde la Unión Europea y los estados miembro.
La tala selectiva en las concesiones certificadas sería un resorte evidente de la disminución de áreas de selva en África Central, escriben los investigadores. La certificación de las concesiones, por ejemplo con el sello FSC, no frena la división de las áreas de selva en parcelas más pequeñas. La tala y la explotación de los bosques tropicales pone un torbellino de intervenciones en funcionamiento que al final resulta en la conversión de las selvas en monocultivos industriales. La tala selectiva posibilita de esta manera la expansión de las plantaciones de palma aceitera y otros usos de la tierra.
La extracción de maderas tiene muchos efectos sobre las funciones de los ecosistemas: se almacena menos carbono, se reduce el hábitat de animales y plantas y aumentan los incendios causados por el ser humano.
En este contexto hay que completar también los devastadores incendios en la República del Congo. Más de 15.000 hectáreas de selva quedaron pasto de las llamas, como informó la plataforma de internet Mongabay. El mayor incendio tuvo lugar a principios de 2016 en un área de selva en la que una filial de la empresa austríaco-alemana Danzer lleva a cabo la tala de madera certificada mediante FSC.
La tala selectiva abre el dosel de la selva y conlleva una pérdida de la humedad que protege a las selvas de los incendios.
Por otra parte, las concesiones de las empresas europeas tienen la tasa de deforestación más elevada, constataron científicos en otro estudio llevado a cabo en la República del Congo. Allí tres cuartos de las concesiones madereras activas se manejan con capital extranjero. El 40 por ciento de las superficies de concesión caen en manos de empresas europeas, y el 33 por ciento son asiáticas.
La política del manejo sostenible de bosques no puede evitar la degradaci`ón de los bosques, sino que está relacionada con la deforestación creciente, según los investigadores. La demanda global creciente de madera legal y certificada aumenta la presión sobre los ecosistemas tropicales de bosques intactos. El manejo sostenible de bosques con el que hacen publicidad los sellos de certificación de madera no parece existir en la práctica.
En conclusión, sellos de certificación como FSC y PEFC no protegen las selvas tropicales como se esperaba de los mismos.
Por eso, Salva la Selva recomienda no comprar maderas tropicales ni productos fabricados con este material, como por ejemplo muebles de jardín. Ni siquiera la utilización de maderas procedente de plantaciones como la acacia estaría ayudando a proteger las selvas.
Más información:
- Estudio „The last frontiers of wilderness: Tracking loss of intact forest landscapes from 2000 to 2013“
http://advances.sciencemag.org/content/3/1/e1600821.full.pdf
- Estudio "Foreign capital, forest change and regulatory compliance in Congo Basin forests"