Unión Europea discute mientras la selva se acaba
7 mar 2018
El Parlamento Europeo ha votado por el fin del aceite de palma para la fabricación de biocombustible y como combustible para quemar en centrales eléctricas. Pero la Comisión Europea, algunos países miembro y las empresas de energía quieren evitarlo. Y el gobierno de indonesia exige a la UE que tome medidas contra organizaciones que informan de manera crítica sobre el aceite de palma.
El 27 de febrero, la UE llevó a cabo la que probablemente es la última ronda de negociaciones para la reforma de la actual Directiva de Energías Renovables que regirá los años 2021 a 2030. Esta pretende hacer nuestro abastecimiento de energía más amigable con el clima e impulsar la economía.
Suena bien, y cuando se habla de energías renovables se suele pensar en la eólica y la solar. Pero esta idea es falsa: la bioenergía, especiamente la quema masiva de madera, constituye la gran mayoría de las energías renobables con dos tercios. Es una vuelta al pasado, a la edad de piedra – pero hoy habitamos el planeta siete mil millones de personas.
Además de la tala de los bosques y del uso de árboles como combustible, el aceite de palma tiene un balance todavía mucho peor para el clima que el petróleo y el carbón. El aceite de palma es uno de los principales componentes del biocombustible en Europa. Unos 2,5 millones de toneladas de aceite de palma -45% de las importaciones de aceite de palma – se destinan en la UE a la producción de biocombustible y como combustible en centrales eléctricas.
Para establecer plantaciones de palma, se talan y queman masivamente las selvas tropicales. En ese proceso se liberan enormes cantidades de carbono a la atmósfera – y muchos animales como los orangutanes, elefantes, tigres y rinocerontes quedan amenazados de extinción al desaparecer su hábitat.
Por ese motivo, el Parlamento europeo llevó a cabo dos votaciones, en abril de 2017 y en enero de 2018, en las que con gran mayoría se decidió no utilizar desde 2021 el aceite de palma como combustible y materia prima para la producción de biocombustibles.
Pero la Comisión Europea y los gobiernos de algunos países miembro pretenden tumbar la prohibición del aceite de palma. Detrás de esta intención se esconden empresas energéticas como la italiana ENI, la finlandesa Neste Oil, las españolas REPSOL y CEPSA que producen biocombustibles con el aceite tropical barato de palma, tanto biodiésel como biocombustible hidrotratado HVO.
También los gobiernos de Malasia e indonesia, que con casi el 90 por ciento son líderes del mercado mundial de aceite de palma, han iniciado una intensiva campaña de lobby y ejercen presión sobre Europa.
El ministro indonesio de economía amenaza abiertamente con una guerra comercial y un boicott de productos europeos. En un escrito confidencial del gobierno indonesio a la Comisión Europea exige el primero eliminar las estrictas regulaciones ambientales para la producción de aceite de palma, informa AFP. En su lugar, a UE debe reconocer el sello ISPO (Indonesian Sustainable Palm Oil).
Lo que piden es algo así como carta blanca en medio de una campaña de lavado verde. Este sello no excluye ni la tala de selvas tropicales, ni puede garantizar que las empresas palmicultoras cuentan con permisos y concesiones legales para sus plantaciones.
Y por si fuera poco, el gobierno indonesio exige a la Unión Europea en el documento filtrado que tome medidas contra las organizaciones no gubernamentales (ONGs) que informen negativamente sobre el aceite de palma, continúa AFP. La UE debe detener por vía legislativa las campañas de las ONGs que critiquen el valor nutricional, efectos sobre la salud y consecuencias ambientales del aceite de palma.
En las negociaciones llevadas a cabo en Europa sobre la reforma de la Directiva de Energías Renovables, deberá encontrarse una postura común entre la Comisión, el Consejo de Ministros y el Parlamento.
Por favor, firma nuestra petición y ayuda sumando tu voz para que la decisión tomada por el parlamento de prohibir el aceite de palma vaya adelante.
El plan actual de acción de la UE contempla tres reuniones de negociación adicionales entre la Comisión, el Consejo de Ministros y el Parlamento el 27 de marzo, el 26 de abril y el 29 de marzo.