Ecuador: Pueblos, Comunidades y Naturaleza frente a la Palma aceitera
24 oct 2018
Organizaciones de 8 provincias del Ecuador y 4 organizaciones internacionales del continente. OFRANEH de Honduras, Censat Agua Viva de Colombia, la Comisión Intereclesial Justicia y Paz de Colombia y el Movimiento Mundial por los Bosques Tropicales. El Encuentro fue realizado gracias al esfuerzo de Caritas Ecuador, FIAN Ecuador, Acción Ecológica y Salva la Selva
En Ecuador, la situación actual del cultivo de Palma aceitera (especie Elaeis guineensis, también llamada africana) está pasando por una crisis que, en definitiva, no sólo es económica sino política. La enfermedad del cogollo o pudrición del cogollo a partir de un hongo que mata lentamente a la planta es una realidad que, hoy por hoy, abarca a más de 50 mil hectáreas de las casi 300 mil plantadas, según el Censo Nacional de Palma 2017. Sin embargo resulta difícil pensar que aunque el problema es economíco pueda no serlo polítco, sobre todo porque estamos en una línea muy delgada que genera violencia, contaminación y deterioro del tejido social en las zonas donde se siembra la Palma, y que a la luz de la realidad, esta es maquillada por los grandes medios, ante una falta de política pública real que busque generar riqueza entre los campesinos con otro tipo de cultivos que logren satisfacer las necesidades de hambre y agricultura en la zona.
En ese contexto, pueblos y comunidades del Ecuador, afectadas por los monocultivos de Palma aceitera, se reunieron del 10 al 12 de octubre para encontrarse e intercambiar experiencias sobre las afectaciones en diferentes niveles, tanto en salud, como en defensa y promoción de los Derechos Humanos y de la Naturaleza. El trabajo fue dividido en Foros temáticos con expertos locales e internacionales con la finalidad de poner varios análisis en el tema; sobre todo porque la situación que atraviesa Ecuador no es ajena a la de Honduras y Colombia, por mencionar algunos países palmicultores.
El encuentro inició con un Foro sobre la situación de la palma africana en la región.
Natalia Bonilla de Acción Ecológica, dio la bienvenida a los y las asistentes con un panorama general sobre la situación política actual de la defensa del territorio. "Es indispensable que las comunidades se encuentren, esto que está pasando con el conflicto de la palma es una constante; no sólo en Ecuador sino en todo Latinoamérica y hay que organizarnos."
Elizabeth Díaz del Movimiento Mundial por los Bosques WRM (Uruguay), tomó la palabra para dar un contexto global del modelo de implantación de monocultivo. Está organización trabaja en diferentes países del mundo en forma de Red que busca denunciar no solo las atrocidades que conlleva proyecto de monocultivo de está empresa, sino de construir canales de intercambio y organización de luchas entre pueblos. "El problema es el modelo en el cual éste árbol que implanta el monocultivo y que es a gran escala, con un gran alto grado de agrotóxicos y uso de la tierra por periódos muy prolongados entre 30 años por lo menos."
El despojo de tierras y el dezplazamiento de poblaciones es directamente proporcional con el avance del modelo palmicultor, afirma Paula Álvarez de la organización colombiana CENSAT Agua Viva en su participación dentro del Foro la situación de la palma en la región. La Palma aceitera explica Paula, es a la vez acaaradora y generadora de despojo del recurso hídrico. "Hacer estas grandes plantaciones de palma, ha significado la privatizacion, no sólo de la tierra sino del recurso hídrico; las comunidades tienen que conseguir a grandes distancias el agua. Es la apropiación privada del recurso hídrico, es la contaminación de su territorio."
La Comisión Intereclesial Justicia y Paz de Colombia, lleva trabajando por más de 30 años defendiendo y promoviendo los Derechos Humanos y Ambientales de los pueblos y nacionalidades que defienden su territorio. Milvia Díaz por más de 10 años lleva trabajando en el Chocó, justo en zonas de conflicto entre paramilitares, narcotráfico, guerrilla y palmicultoras. La defensora de Derechos Humanos, explica que la gente del Curbaradó (zona del Chocó) decidió cortar la palma, en el camino murieron líderes sociales buscando el derecho a su territorio ancestral que les fue arrebatado. "La gente sale desplazada en 1997 por una masacre, cuando regresan se dan cuenta que la mayoría de sus predios están sembrados con palma de aceite. La palma fue sembrada en una asociación de paramilitares, el sector empresarial y fuerzas militares al servicio del proyecto."
El pueblo garifuna viene resistiendo en la gran comarca afroindígena que se extiende por casi todos los paises centromaericnaos; César Benedit de la Organización Fraterna del Pueblo Garifuna de Honduras OFRANEH nos contó de las atrocidades y violaciones que el Estado en contubernio con empresas palmicultoras siembran miedo junto con las más de 200 mil hectáreas de palma aceitera. "En Honduras eramos el granero de centroamérica, abundaba la comida, en nuestro país era agricultor; pero parece que ahora dentro de unos poco años vamos a tener que comer Palma, todo el financimaineto es para la Palma africana. Los asesinatos que se han dado en el bajo aguan es claro ejemplo, los líderes fueron amenazados y se hicieron palmeros para sobrevivir. Es un contexto muy triste pero es una realidad."