En Palawan, deben detener el saqueo de las selvas
26 ago 2020
Desde 2007, la naturaleza de Palawan se encuentra severamente afectada por la expansión de las plantaciones de palma aceitera.
Tras haber llevado a cabo investigaciones locales y entrevistas con la población indígena, la Coalición contra el Robo de Tierras (CALG) describe el desarrollo de las plantaciones de coco. Lionhart Agrotech comenzó a principios de 2016 a talar parcelas en el territorio de los indígenas Pala’wan en Ransang (comunidad Rizal), sin seguir los procedimientos de Consulta Previa, Libre e Informada. Primero se taló la selva en torno al vivero de la compañía y luego se expandió al sitio de Malutok.
En el proceso, cortaron árboles de la selva virgen y también destruyeron los huertos de la población indígena. Se construyeron carreteras con maquinaria pesada y se plantaron a gran escala plantas de coco híbridos. Se aplanó un lugar sagrado indígena de entierramiento quedando esparcidos los huesos de los ancestros.
Tampoco se salvó el área „Simontili“, lugar sagrado y cuenca hidrográfica de los Pala'wan. Se talaron partes de la selva virgen. Lionheart también parece haber llegado a Purok Pinatubo, que es parte de la Reserva Natural del Monte Mantalingahan.
Otro territorio indígena en Sitio Pinagkubuwan presuntamente fue arrendado ilegalmente a Lionheart por migrantes no indígenas, y la selva y habrían destruido los huertos de la comunidad.
Es importante señalar que las zonas que rodean la plantación de Lionheart incluyen zonas de gran valor ecológico preservadas por los pueblos indígenas desde tiempos inmemoriales. Uno de ellos es el Valle de Signapan, administrado por los Tau't Batu (un grupo de los Pala'wan). Esta zona también fue declarada reserva para la investigación antropológica y arqueológica.
Después de tres años juntando pruebas y documentación y escribiendo peticiones, los indígenas han logrado algunos resultados positivos. De hecho, la NCIP (Comisión Nacional para los Pueblos Indígenas) confirmó que el Memorando de Entendimiento (MOA) entre la empresa y las comunidades locales se asentaba en un mal uso de las directrices del Consentimiento Libre Previo e Informado CLPI. Como resultado, la NCIP decidió suspender el Certificado de Precondición (CP) expedido para permitir que Lionheart llevara a cabo su trabajo en tierras indígenas.
Como consecuencia, Lionheart presentó una solicitud de reconsideración el 1 y el 16 de junio de 2017. Lionheart solicitó a la NCIP que levantara la suspensión y permitiera a la empresa resolver el problema mediante el pago de la cantidad de dinero requerida, cuya cuantía debía ser determinada por las comunidades afectadas, de conformidad con el artículo 23 de las Directrices del CLPI en 2012.
Según el CALG, Lionheart suspendió las operaciones durante uno o dos meses cuando se emitió la orden de suspensión mencionada anteriormente, pero reanudó posteriormente las operaciones mientras talaban nuevas zonas de selva, incluido un sitio sagrado de Pala'wan en Dalingding.
Lionheart Agrotech afirma que se ha convertido en uno de los principales proveedores de azúcar sostenible a escala industrial para satisfacer la demanda en aumento de los mercados de alimentos y energía. Esta parece ser la razón por la que la compañía también está expandiendo sus plantaciones de coco híbrido a un ritmo alarmante.
Mientras tanto, las comunidades Pala'wan cuestionan el nuevo proceso de CLPI, dirigido por la NCIP y Lionheart. Dicen que el mismo estaría profundizando las divisiones en lugar de crear unidad. Además, el abogado que presta apoyo jurídico a los pueblos indígenas en el caso ha señalado que la NCIP no invitó a ningún dirigente indígena a participar en una reunión preparatoria previa al proceso de CLPI. Los procedimientos exactos por los que se llevó a cabo el proceso de FPIC no se conocen y las actas del proceso no están disponibles.
El 29 de octubre de 2018, Lionheart (dirigida por el empresario danés Carl Christian Moeller) firmó un acuerdo de empresa conjunta con la Agencia Danesa para el Medio Ambiente y la Naturaleza (DENR), para llevar a cabo un gran plan de desarrollo agroforestal y de plantación de árboles en 3.500 hectáreas de terrenos en los municipios de Ransang, Candawaga y Culasian. Se trata de un contrato de 25 años prorrogable por otros 25. Según el abogado de los indígenas, este acuerdo habría eludido totalmente el procedimiento de CLPI y por lo tanto su legalidad sería cuestionable. De hecho, la responsable del territorio ancestral indígena es la Comisión Nacional de Pueblos Indígenas (NCIP) y no el Departamento de Medio Ambiente y Recursos Naturales (DENR), que habría firmado dicho acuerdo. El mismo acuerdo estipula que se pagará a los indígenas por el arrendamiento de sus tierras, pero sin dar ningún detalle técnico preciso sobre los límites de la zona.
Parece que la empresa Lionheart no detuvo nunca sus actividades, excepto durante un período de uno o dos meses después de que se emitiera la orden de suspensión. Por lo tanto, la empresa podría haber estado ignorado completamente la decisión de la Comisión Indígena de que debería haber detenido las operaciones. En relación con los pueblos indígenas, CALG afirma que Lionheart ha talado bosques y vegetación natural que desempeñaban un papel importante en el sustento de las comunidades locales.
El 29 de julio de 2019, se entregó a la DENR una petición conjunta de representantes íindgenas, que solicita la suspensión o anulación del acuerdo de empresa conjunta. Desde entonces, no ha habido áms respuestas oficiales de DENR. Por eso, los indígenas presentaron una solicitud adicional el 16 de enero de 2020 exigiendo respuestas.
Complicando aún más las cosas, el Gobernador de Palawan aprobó y firmó recientemente la Resolución 14509, que pretende convertir en ley un pasaje del Proyecto de Ley 675. Este pasaje declara ciertas tierras públicas en Bunog, Iraan, Punta Baja, Campong Ulay y Ransang (Municipio de Rizal) como disponibles, permitiendo su distribución y uso para fines agrícolas, comerciales, privados e industriales. La resolución fue aprobada el 10 de septiembre de 2019 y constituye un duro golpe a la sostenibilidad ambiental y a la integridad de las tierras ancestrales de cientos de comunidades indígenas que tradicionalmente han utilizado estas tierras de manera sostenible.
Mientras tanto, la Coalición contra el Robo de Tierras (CALG), que apoya la resistencia de las comunidades indígenas contra Lionhart desde el principio, trabaja para garantizar que los Pala’wan de Ransang, Candawaga y Culasian reciban los títulos de propiedad de las tierras de su territorio ancestral. Este proceso debería conducir en última instancia al reconocimiento jurídico y a la demarcación de los territorios indígenas de los pala’wan en Rizal, y proporcionar a los pueblos indígenas un instrumento jurídico más sólido para defender sus tierras y recursos.