No planten palma aceitera en la selva de Camerún
Inversores de Nueva York proyectan plantar aceite de palma en la selva de Camerún. Con esta idea, diplomáticos norteamericanos habrían incluso presionado en ese país al gobierno. Pero la población quiere impedir la deforestación a gran escala. Ayuda a detener las plantaciones definitivamente.
PeticiónPara: Gobierno de Camerún, Presidente Paul Biya y Ministros y Ministras
“El gobierno de Camerún debe impedir definitivamente un proyecto de cultivo de palma aceitera en la selva.”
“Han arrasado todo con las topadoras, mis cuatro hectáreas de tierras están destruidas. Me siento condenado a muerte, todo lo que tenía es esta parcela de tierra”, cuenta un habitante de la selva de Camerún.
En medio de la selva al sudeste de Camerún, rodeados de cuatro áreas protegidas, los inversores norteamericanos querían hacer una plantación industrial de palma aceitera en 73.000 hectáreas de tierras.
Ya en 2009 el grupo de empresas Herakles Farms de Nueva York mediante su filial SG Sustainable Oils Cameroon Ltd. (SGSOC) firmó un contrato con una duración de 99 años sin informar a las personas que habitan la zona.
Desde el inicio el proyecto de Herakles Farms – SGSOC se asentó sobre mentiras, contratos fraudulentos, permisos dudosos y prácticas ilegales, escribe una coalición internacional de organizaciones ambientales.
Para imponer el proyecto intervino clandestinamente el gobierno de los EEUU ante el de Camerún. Presionó a tres ministros y al presidente Paul Biya, escribe el Oakland Institute de California en el estudio “Backroom Bullying” (algo así como “Intimidación en la trastienda”).
El presidente Biya cedió aparentemente a la presión de los norteamericanos. En 2013 concedió a la empresa un un contrato provisional de arrendamiento por casi 20.000 hectáreas de tierras con una duración de 3 años. Pero a consecuencia de la resistencia de los habitantes y de personas de todo el mundo, la empresa sólo pudo talar hasta ahora 882 hectáreas de selvas.
Ahora existe la oportunidad de acabar definitivamente con el proyecto de palma aceitera y las talas. En noviembre se cumple el plazo del contrato temporal. Por favor, ayuda a preservar el hogar de personas y animales, entre los que también se encuentran especies protegidas como el chimpancé y otros primates.
Más informaciónMás información
En inglés
Boletín de prensa y vídeo de la Agencia de Investigación Ambiental (EIA) "Palm Oil Plantation in Cameroon: An Opportunity to Stop “The Wrong Project in the Wrong Place” (“Plantación de palma aceitera en Camerún: una oportunidad para detener “El proyecto equivocado en el lugar equivocado”), de octubre 2016.
Estudio "Backroom Bullying" del Oakland Institute de Septiembre 2016
Artículo de Greenpeace "Herakles Farms project rears its ugly head again" (“Proyecto de Herakles Farms asoma su fea cabeza otra vez”) de noviembre 2015
Petición de Salva la Selva “Ayuda a ambientalistas en Camerún” de octubre de 2014
CNBC "The life and death of a master of the universe" (Vida y muerte de un máster del universo” de junio 2014
Estudio "Herakles Exposed: The Truth behind Herakles Farms False Promises in Cameroon" (Heracles expuesto: la verdad detrás de las falsas promesas de Herakles Farms en Camerún) del Oakland Institute de septiembre 2012
Artículo de IPS "Kamerun: 'Herakles Farms' setzt Palmölplantagenprojekt aus" (Camerún: ‘Herakles Farms’ abandona proyecto de plantaciones de palma aceitera) de mayo 2013
En alemán
Artículo en Zeit "Wald in Kamerun: Die Gier nach Palmöl bedroht auch Afrikas Wälder" (“Bosque en Camerún: la codicia de aceite de palma también amenaza los bosques de África”) de noviembre 2011
Comunicado de prensa de Rettet den Regenwald "Deutliches Zeichen gegen Regenwaldrodung in Kamerun" (“Señales claras contra la tala de selvas en Camerún) de junio 2011
Para: Gobierno de Camerún, Presidente Paul Biya y Ministros y Ministras
Estimado Sr. Presidente Biya, estimadas Sras. y Sres. Ministros:
Por favor, detengan definitivamente el proyecto de cultivo de palma aceitera de la empresa Herakles Farms - SGSOC en las selvas al sudoeste de Camerún. No renueven los contactos de arrendamiento que se están extinguiendo a las empresas.
Por favor, proteja la naturaleza única y devuelvan a la población local la tierra arrendada a las empresas.
Atentamente,
El punto de partida – La selva en el tanque y en el plato
Con 66 millones de toneladas por año, el aceite de palma es el aceite vegetal que se produce en mayor cantidad. Actualmente, las plantaciones de palma se extienden sobre 27 millones de hectáreas de tierras. En una superficie del tamaño de Nueva Zelanda, las selvas, las personas y animales quedan sometidas a la expansión de estos „desiertos verdes“.
Su bajo precio en el mercado global y su fácil procesamiento industrial han permitido que en la actualidad, uno de cada dos productos industriales de supermercado lo contengan entre sus ingredientes. Además de en las pizzas congeladas o precocinadas, galletas, y margarinas, el aceite de palma se encuentra también en las cremas corporales, jabones, maquillajes, velas y detergentes.
Lo que casi nadie sabe: actualmente en la Unión Europea se utiliza 61% por ciento del aceite de palma en la producción de energía -51% (4,3 millones de toneladas) para la producción de biodiésel y 10% (0,8 millones de toneladas) en centrales eléctricas para la producción de electricidad y calor.
En España en 2017 se utilizaron 1,2 millones de toneladas de aceite de palma para produccir biombustibles. El país importó un total de 1,7 toneladas de aceite de palma.
La desacertada política de energías renovables de España y de la UE es una causa importante de la deforestación de las selvas tropicales. La Directiva de Energías Renovables que rige desde 2009 prescribe una mezcla obligatoria de agrocombustibles en el la gasolina y en el diesel.
Repetidamente, ecologistas, defensores de derechos humanos, comunidad científica y recientemente también miembros del Parlamento Europeo exigen excluir el aceite de palma de los agrocombustibles y las centrales de producción energética desde 2021 -sin éxito. El 14 de junio de 2018, los estados miembro decidieron seguir permitiendo el uso del aceite tropical de palma como „bioenergía“ hasta 2030.
Las consecuencias – La muerte hasta en la sopa
En la humedad de los cálidos trópicos en torno a la línea del ecuador se encuentran las condiciones óptimas para el crecimiento de la palma aceitera. En el sudeste de Asia, Mesoamérica y África se talan y queman día a día amplias superficies de selva para hacer espacio a las plantaciones. Así se emiten grandes cantidades de gases de efecto invernadero en la atmósfera, que son dañinos para el clima. Indonesia, el principal país productor de aceite de palma fue en 2015 en parte responsable en mayor medida que los Estados Unidos de las emisiones de gases de erecto invernadero. El CO2 y las emisiones de metano son la causa de que el biocombustible de aceite de palma sea tres veces más dañino para el clima que el combustible fósil.
Pero no sólo se resiente el clima: con los árboles desaparecen especies animales en peligro de extinción como los orangutanes, los elefantes pigmeos de Borneo y los tigres de Sumatra. A menudo, el pequeño campesinado y los pueblos indígenas que desde hace generaciones viven en los bosques y los protegen sufren desplazamientos brutales. En Indonesia existen más de 700 conflictos por la tierra en relación con la industria de la palma aceitera. También en las plantaciones clasificadas como „sostenibles“ o „bio“ hay cada vez más violaciones de derechos humanos.
Los consumidores conocemos poco de todo esto. Nuestro consumo diario de aceite de palma tiene consecuencias negativas directas para nosotros: en el aceite de palma refinado hay grandes cantidades de ésteres de ácidos grasos perjudiciales para la salud, que dañan el material genético y pueden producir cáncer.
La solución – Revolución en el tanque y en el plato
Sólo quedan 70.000 orangutanes en los bosques del sudeste de Asia. La política de biocombustibles lleva a los simios cada vez más al borde de la extinción: cada nueva plantación de aceite de palma destruye un poco de su hábitat. Para ayudar a estos parientes cercanos nuestros, debemos presionar a los políticos. Pero también se puede hacer mucho en nuestro día a día.
Estos sencillos consejos ayudan a reconocer el aceite de palma, a evitarlo y a rechazarlo:
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Cocinar y decidir: alimentos producidos localmente, ingredientes frescos, mezclados con un poco de fantasía hacen sombra a cada producto industrial preparado (de los que contienen aceite de palma). Para cocinar se pueden utilizar aceites tradicionales como el de oliva, girasol, maíz o lino.
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Leer la letra pequeña: desde diciembre de 2014, en los paquetes de los alimentos es obligatorio indicar si un producto contiene aceite de palma. En cosméticos y productos de limpieza se esconde el devorador de selvas bajo una multitud de términos químicos. Investigando en internet se pueden encontrar más o menos fácilmente alternativas libres de aceite de palma.
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La clientela siempre tiene la razón: ¿Qué productos libres de aceite de palma me ofrece? ¿Por qué no tiene productos a base de aceites de producción local? Preguntando al personal y escribiendo cartas a los fabricantes de los productos, las empresas se preocuparán más por la aceptación de sus productos. La presión pública y la conciencia creciente en torno al aceite de palma ya han impulsado a algunos fabricantes a evitar el aceite de palma, al menos en algunos países europeos como Alemania o Italia, donde recientemente se ha tematizado mucho esta cuestión.
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Transporte público en lugar de coche: siempre que sea posible, caminar, ir en bici o en transporte público.
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Informarse y difundir lo aprendido: economía, negocios y política nos quieren hacer creer que los biocombustibles son amigables con el medio ambiente y las plantaciones de palma pueden ser sostenibles. Salvalaselva.org informa sobre las consecuencias de la expansión de las plantaciones de palma y las campañas pueden difundirse fácilmente en todas las redes sociales.
Además:
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Peticiones y presión política: las peticiones online ayudan a presionar a los políticos responsables de las políticas de biocombustibles e importaciones.
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Hacer ruido: manifestaciones y acciones directas creativas en la calle llaman la atención de la gente y de los medios. Así también crece la presión sobre los políticos.