Bosques para electricidad: una mala idea

Bosque y montañas en Francia ¿Convertir los bosques del sur de Francia en Biomasa? © david hughes - Fotolia.com (© David Hughes / Fotolia)
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La empresa E.on amenaza los bosques del sur de Francia. La empresa eléctrica pretende convertir una vieja central de carbón en una enorme central a base de biomasa. Quemará un millón de toneladas de madera cada año. Esa energía no tiene nada de limpia.

Noti­cias y actuali­zaciones Petición

Para: Directiva de E.on, Ministro de Medio Ambiente de Francia François de Rugy

“¡Evite el ataque de E.on a los bosques!”

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La mitad de la madera para la central energética Provence-4 en Gardanne cerca de Marsella, provendría del sur de Francia. Para ello, se talarán bosques en la región con la consecuente amenaza para la biodiversidad de las regiones de Alpes de Haute-Provence y Cevenas, designadas "zonas prioritarias de abastecimiento". El resto de los árboles habrán de caer en bosques de Canadá y los Estados Unidos.

La madera no es un combustible "verde": por unidad de energía, al quemar madera se libera más carbono a la atmósfera que al quemar carbón.

E.on debe retirar la central de carbón de la red el 1 de enero de 2016 por mandato europeo. Pero tras su conversión, quemará mayor cantidad de carbón en la mezcla con madera del que ha estado quemando en los últimos años, de baja producción de energía eléctrica.

Jugosas subvenciones para 20 años

Según la ley francesa, una central tan grande e ineficiente no tendría que haber sido autorizada jamás. E.on sin embargo obtuvo el permiso de manera excepcional, lo que le podría generar a la empresa subvenciones durante 20 años de 1,4 mil millones de euros. Se contradicen así normas, según las cuales una central de biomasa debe funcionar de manera “eficiente” para recibir subvenciones.

En Gardanne se ha formado una gran coalición de ambientalistas, ciudadanas y ciudadanos y autoridades locales en contra de E.on. De manera conjunta se oponen a la destrucción de los bosques y a favor de la salud de los habitantes de la región.

Por favor, firma la petición a E.on y al gobierno francés.

Más información

Por toda Europa, empresas energéticas invierten cada vez más en el uso de madera como combustible, ya sea en centrales de carbón existentes, o en nuevas centrales de biomasa. Las corporaciones europeas de energía más grandes, que están al frente del sector creciente de la electricidad a base de biomasa, son también los actores más importantes en el comercio global de pellets de madera: E.on, RWE, Vattenfall, GDF Suez, Dong Energy y Drax

E.on ya a convertido una gran central de carbón en el Reino Unido (Ironbridge) para que funcione con pellets de madera, aunque se cree que no ha sido un éxito para la empresa y que la central con toda probabilidad tendrá que cerrar en los próximos dos años. La empresa lleva a cabo la co-combustión de cantidades sustanciales de madera y carbón en Holanda y está gestionando dos plantas de biomasa bastante grandes en el Reino Unido. En Francia, su propuesta de conversión de la central eléctrica de carbón de 150 MW Provence-4 sería de lejos la mayor planta de biomasa del país y causaría daños inevitables a los bosques del sur de Francia y del otro lado del océano.

Para conocer muchos de los impactos de las grandes centrales de biomasa puedes ver el reporte de Biofuelwatch “Biomass: The Chain of Destruction”.

Aquí indicamos a modo de resumen algunos de los más graves:

La quema de madera a gran escala en centrales eléctricas empeora el cambio climático :

Las centrales eléctricas que queman biomasa emiten más CO2 por unidad de energía que las que queman carbón. Los defensores de la biomasa arumentan que esto debería ser obviado porque los nuevos árboles reabsorberán el carbono emitido. Sin embargo, mucha de la biomasa que se utiliza en el Reino Unido para producir electricidad proviene de árboles enteros, que han sido talados para ese propósito. Y un árbol necesita muchas décadas para volver a crecer y secuestrar todo ese carbono. Muchos estudios científicos sobre este tema muestran que por un período de varias décadas, el impacto climático será más profundo que aquel producido al generar la misma energía de combustibles fósiles. Sin embargo, la urgencia de la crisis climática requiere que las emisiones de CO2 se reduzcan rápidamente, y no que se sigan incrementado durante la próxima o las dos próximas generaciones – ver: http://www.biofuelwatch.org.uk/biomass-resources/resources-on-biomass/ 

Destrucción de bosques:

La electricidad de biomasa, junto con los biocombustibles para el transporte, requiere más superficie de tierra por unidad de energía que cualquier otro modo de generación de energía – mucho más que la energía eólica o la solar. Las empresas energéticas suelen hablar de 'deshechos' y 'residuos', pero simplemente no existen en suficiente cantidad para abastecer grandes centrales energéticas – y además, los residuos de madera y aserraderos son muy demandados para otros propósitos como la producción de tableros de aglomerado. Las empresas energéticas dependen cada vez más de la quema de madera de árboles enteros, que son talados para este propósito. Los bosques entonces se degradan y destruyen para producir “bioenergía” – no sólo en Europa, también en Norteamérica, donde E.on tiene pensado conseguir la mitad de la madera. La empresa tiene un acuerdo de abastecimiento con el productor de pellets más grande de los EEUU, Enviva, del que se conoce que hace pellets tras cortar bosques ancestrales y bosques pantanosos altamente biodiversos en North Carolina.

Impactos en comunidades:

Quemar biomasa en plantas energéticas es siempre al menos tan contaminante como quemar carbón. E.on quiere quemar algunos residuos tratados químicamente junto con madera virgen en su planta en Gardanne, y esto incrementará las emisiones tóxicas a la atmósfera. Las emisiones de las plantas de biomasa están relacionadas con enfermedades respiratorias y de corazón y algunas de las toxinas pueden producir cáncer y defectos de nacimiento.

La biomasa no reemplazará al carbón:

Las grandes compañías energéticas no están invirtiendo en biomasa para quemar menos carbón. E.on por ejemplo, acaba de construir una nueva gran planta de carbón cerca de Rotterdam. El impulso para convertir las plantas de carbón a biomasa es para evitar tener que cerrarlas, como en en caso de la central Provence-4 en Francia. De hecho, una vez convertida y funcionando en su máxima capacidadesta central eléctrica estará quemando más carbón del que ha estado quemando durante los últimos años.

Para saber más sobre la central en Gardanne y sobre el complejo tema de la energía de biomasa, por favor, ver Stop the Biomass-querade – un dossier de 24 páginas elaborado por el Collectif SOS Forêt du Sud (in French).

Carta

Para: Directiva de E.on, Ministro de Medio Ambiente de Francia François de Rugy

la empresa energética alemana E.on pretende transformar la central de carbón Provence-4 en una central de biomasa. En ella se quemarán cada año casi un millón de toneladas de madera. La central de biomasa de E.on constituye una amenaza para los bosques y biodiversidad de la región, pero también para áreas de Canadá y los EEUU, de donde procederá la mitad de la madera a quemar.

Con la tala y destrucción de los bosques desaparecerán empleos en el sector forestal y del turismo. Y la huella de carbono de la central de biomasa será incluso peor que la de la central de carbón.

Estimada directiva de E.on, detengan el proyecto.

Estimada Ségolène Royal, ¡evite el ataque de E.on a los bosques!

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