Exterminio de indígenas Awá bajo “seguridad democrática” colombiana
Federación de Centros Awá del Ecuador Salva la Selva Desde el pasado 4 de febrero fueron masacrados 27 indígenas de la etnia Awa en Colombia (1), en el departamento de Nariño fronterizo con Ecuador y situado en la costa pacífica. Los Awá viven a ambos lados de la frontera colombiano-ecuatoriana. Olindo Nastacuaz, presidente de la Federación Awá del vecino país Ecuador (FCAE) manifestó que “estamos muy preocupados por los asesinado de los hermanos colombianos en su territorio. Hoy estamos viajando a Colombia, para hacer una declaración en conjunta como comité binacional”. Ese día, en el resguardo indígena Tortugal Telembí, entre los municipios de Barbacoas y Samaniego del mencionado departamento, miembros del Ejército Nacional sostuvieron enfrentamiento con guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN). Allí sucedieron 17 de estas muertes en circunstancias oscuras. Los días que siguieron, hubo 10 muertes más en circunstancias parecidas. Según las autoridades indígenas del pueblo Awa, la situación no está clara y los autores de la masacre aun no han podido ser determinados. El territorio Awá viene siendo bombardeado constantemente desde hace 6 meses por parte del Ejército Nacional, a pesar de que ya en 2008, la Defensoría del Pueblo dictó una Resolución Defensorial (2) conminando al Estado Colombiano a proteger la integridad total del pueblo Awá. Dicha resolución establece que “han sido vulnerados de manera grave y sistemática derechos individuales como los derechos colectivos del pueblo indígena Awá del Departamento de Nariño”. La masacre colectiva es una nueva muestra de ello. Es significativa la observación de las organizaciones indígenas colombianas (3) de que “el terror, venga de donde venga, es un medio para alcanzar otros fines”. Actualmente, los territorios indígenas son de manera generalizada (4), objeto de codicia para las industrias extractivas, el agronegocio, planes privatizadores del agua o biopiratería. Para imponer esos proyectos empresariales, los territorios son disputados por actores armados legales e ilegales, siendo en Colombia frecuentes los combates, los bombardeos o las fumigaciones para la supuesta erradicación de los cultivos de uso ilícito (coca). Los pueblos indígenas quedan en medio del fuego cruzado y son señalados como cómplices de la delincuencia, del narcotráfico o del terrorismo, con la intención velada de involucrarlos en el conflicto, justificar su desplazamiento y provocar así su desaparición, y obtener libre acceso a la tierra y los recursos. Concretamente el departamento de Nariño es una zona estratégica de frontera donde existen económicos y de infraestructura, además de ser un corredor de tráfico de drogas. Esta zona está también en el paso de una de las líneas de infraestructura proyectadas por el mas ambicioso megaproyecto del capitalismo (5). Esta es la respuesta a la necesaria pregunta lanzada al aire por las organizaciones indígenas de colombia: ¿Para qué matan a los Awá? Y mientras esto sucede en su país, el presidente Uribe recibe premios “a la libertad” (6) y su mano es estrechada por mandatarios como la canciller alemana Angela Merkel. (7) Rechazamos y condenamos enérgicamente la masacre de los indígenas del pueblo Awá entre ellos mujeres y tres niños de entre 3 y 6 años de edad, que fueron asesinados de manera indiscriminada. Nos preguntamos ¿cuál es la política de “seguridad democrática” de la que habla el presidente colombiano Uribe, bajo la que una que organización militar, sean las o cualquier otro grupo armado legal o ilegal cometa un hecho como éste? ¿Cuál es la situación en un país donde esto se hace posible? Rechazamos la ocupación de los territorios ancestrales indígenas por parte de cualquier grupo armado legal o ilegal, sean estos las FARC, el ELN, el Ejército Nacional de Colombia. Cualquier presencia de personas armadas en los territorios ancestrales pone en riesgo la vida e integridad de las comunidades. Exigimos respeto incondicional a los territorios indígenas, así como a las autoridades indígenas y los modos indígenas de pensar, actuar y entender el mundo que no son, ni tienen por qué ser, los mismos que los de nuestra sociedad. Apoyamos la Minga Indígena que realizará una verificación de los hechos y circunstancias. Que puede hacer la comunidad internacional: -Exigir al gobierno de Colombia que identifique a los autores, y juzgue y castigue a los culpables. -Expresar su solidaridad, con el pueblo Awa -Repudiar y condenar las masacres del pueblo Awa y otros pueblos originarios en Colombia -Acompañar en la realización de la Minga Humanitaria al territorio del pueblo Awá NOTAS: (1) Los nombres de los primeros 17 asesinados son: Walter, Ancisar, Victorio, Adonias, Juvencio, Estorgio, Robinson, Jairo y Jaime Cuasaluzan; Clelio, Adoldo y Omaira Garcia; Oscar Nastacuas, Walterio Paladín; Isaias, Mauricio y Patricia Guanga (2) No. 53 de 2008 (3) Comunicado de la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (ACIN), 12-2-2009 http://www.nasaacin.org/noticias.htm?x=9550 (4) El 8 de febrero, fueron asesinados un indígena de la etnia tule y otro de la etnia chamí. Estas muertes siguen a otras muertes ocurridas recientemente en San José de Apartadó, Urabá, Catatumbo, Amazonía, Cauca y todo el territorio Nacional. Todas estrechamente relacionadas y orientadas al exterminio planificado de los pueblos indígenas. (5) IIRSA o Proyecto de Infraestructura de Integración Regional de América del Sur (6) Medalla de la Libertad de manos del presidente norteamericano G.W.Bush, pocos dias antes de su salida y Premio Cortes de Cádiz a la Libertad de manos de la alcaldesa Teófila Martínez de la ciudad española de Cádiz, en enero 2009 (7) Alvaro Uribe fue recibido en Berlín por la canciller Merkel el 31 de enero de 2009 en una reunión de negocios para entre otros puntos potenciar un acuerdo de libre comercio entre Colombia y la Unión Europea. Tras la reunión, y aunque en contra de toda evidencia, declararon en rueda de prensa conjunta que “no cabe ninguna duda que la situación de derechos humanos ha mejorado en Colombia” (la traducción es nuestra). Contactos: Guadalupe Rodríguez o Klaus Schenck, Salva la Selva Tel.: 00 49 30 517 36 879 Email: guadalupe@regenwald.org / klaus@regenwald.org