Incendio forestal, emergencia global

Incendio forestal © Toa55/ Istockphoto.com

16 sept 2022

Los incendios forestales, la deforestación y la degradación impacta muy especialmente a los pueblos indígenas, pero también a toda la humanidad.

Tenemos una petición activa en defensa de la Amazonía, y aquí documentamos  algunos incendios de este año 2022 y parte de sus impactos.

América del Sur es una de las regiones que más se ve afectada por los incendios forestales, en aumento debido a los efectos del cambio climático.

Aunque como denunciamos en la petición, Brasil parece constituir un ejemplo paradigmático de malas políticas, la situación también es grave en los nueve países que conforman la Amazonía. Mencionaremos los ejemplos de Bolivia y Perú.

En Bolivia, hay alertas por el fuego desde finales de agosto. Hay varios focos de incendios en el departamento de Santa Cruz, en el límite con Paraguay. Algo más distante se encuentra la frontera Argentina, a unos 800 kms. Los incendios forestales acumulados en la temporada son más de 15.700. La mayor parte en la región de la Chiquitanía, área de transición entre el Chaco boliviano y la Amazonía. Junto a la sabana del Beni, los bosques Chiquitanos y el Chaco son los bosques más secos de Bolivia.

Dos áreas protegidas afectadas en la parte oriental son el Parque Nacional Otuquis y el Parque Nacional Noel Kempff Mercado. En el primero, los intensos fuegos ya afectan a 43.000 hectáreas a lo largo de más de 10 kms del parque. En el segundo se han quemado más de 42.000 hectáreas. Equipos aéreos trabajan para sofocar entre 14 y 20 incendios activos de magnitud, que destacan de entre al menos a 77 focos de calor. Las autoridades de Santa Cruz califican la situación de “alerta roja”. No es para menos. En 2020, el fuego destruyó cuatro millones de hectáreas en el país.

En Perú, también se oyen voces de denuncia del abandono por parte del Estado. Las autoridades atribuyen los incendios en gran parte a las quemas tradicionales de residuos agrícolas que se salen de control. También se observa que los terrenos quemados se utilizan para expandir monocultivos como el de la palma, el cacao u otros, algo no del todo compatible con las explicaciones del gobierno. En lo que va del año, los daños causados por los incendios forestales en Perú triplican a los de 2021, según el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor). Ucayali, parte de la Amazonía peruana, es una de las regiones constantemente amenazada y con mayor cantidad de alertas de incendios forestales. Si la temporada de lluvias se demora en llegar a todos los Andes peruanos, se darán las condiciones propicias para un aumento de los incendios forestales, predicen desde el Instituto Geofísico del Perú IGP.

Más allá de la Amazonía no permanecen ajenos al problema

Paraguay está entrando a la temporada alta de incendios forestales, y ya se registraron varios focos de incendio que hicieron que se extienda una intensa humareda. En varios puntos del país, se avistaron animales silvestres, algunos en vías de extinción, que salían asustados de los incendios en busca de refugio. Se avistaron especies como el carayá, la curiyú y el puma.

Mientras, en Argentina “todo el año es temporada de incendios”, según palabras de su viceministro de Ambiente. El país está haciendo esfuerzos por combatir los incendios forestales que arrasan miles de hectáreas en ocho provincias. No lo debe estar haciendo muy bien, pues la orientación de su economía a un modelo agrícola industrializado y la expansión sin precedentes de monocultivos para la exportación como la soja ha llevado a una pérdida sin precedentes de la vegetación nativa, que proporciona protección contra el fuego, además de otros beneficios ecológicos. Significa la terrible destrucción de la flora, fauna y todo el ecosistema, poniendo al país en las horas más bajas de su crisis ambiental.

En lo que va del 2022, los incendios forestales han arrasado ya más de 700 mil hectáreas, según el Servicio Nacional del Manejo del Fuego (SNMF), el cual asigna también las causas del fuego a la acción humana y reconoce la intencionalidad con fines de expandir la frontera agropecuaria. En el delta del río Paraná se está repitiendo una situación ya habida en 2020, en que los fuegos afectaron a toda la costa de este importante río cuyo cauce se encuentra excepcionalmente bajo debido a la sequía, y no funciona tan bien como en otras ocasiones como barrera natural. Como respuesta, diversos grupos están exigiendo la promulgación de una Ley de Humedales como instrumento complementario a leyes ya existentes de bosques y de manejo del fuego. La población de las ciudades como Rosario, provincia de Santa Fé, no queda ajena a la situación y amanece cubierta por el humo.

Tampoco en el Norte global, están los incendios forestales bajo control

Según Copernicus, Programa de Observación de la Tierra de la Unión Europea, en julio y agosto de 2022, la superficie quemada acumulada en los países europeos superó las 425.000 hectáreas.

En Canadá, en la Columbia Británica, hay 191 incendios forestales activos en el momento en el que escribimos estas líneas. Al menos cinco con comportamientos extremos del fuego y con cientos de alertas de evacuación. Una extensión de 70 kms2 en Manning Park es una de las áreas afectadas. No hay lluvias a la vista y la calidad del aire al sur de Columbia Británica empeora, afectando también a varias ciudades como Vancouver, que tuvo la peor calidad de aire del mundo el pasado domingo 11 de septiembre [según el Índice Global de la Calidad del Aire]. Entre otras cosas, preocupa el impacto que el fuego podría tener sobre el oleoducto de petróleo Trans Mountain que transporta las arenas bituminosas de Alberta a la costa de Columbia Británica, y cuyo derramamiento podría ser una terrible catástrofe.

Ampliaremos información muy pronto.

Más información general sobre el tema Incendios Forestales.


  1. región de la ChiquitaníaPoblaciones de San Ignacio de Velasco, Pailón, San José, Concepción y San Miguel

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