Tanzania: el gobierno da marcha atrás, tras protestas del pueblo Masai
Mujer masai en un mercado cerca del cráter del Ngorongoro (© RdR/Mathias Rittgerott)
28 ago 2024
El gobierno de Tanzania canceló sus planes que implicaban la pérdida de derechos de más de 100.000 miembros del pueblo Masai que viven cerca del cráter del Ngorongoro. Ha sido tras las fuertes protestas y el bloqueo de una popular ruta turística. Habría supuesto la expulsión forzosa de sus tierras ancestrales.
Desde hace varios años, el pueblo Masai de Tanzania se opone a ser expulsado de sus tierras tradicionales y al argumento esgrimido por el gobierno para ello, en torno a la conservación de la naturaleza. En la región del Ngorongoro, el gobierno está dejando que se deterioren las escuelas y el hospital del pueblo de Endulen. Estas condiciones de vida, cada vez más difíciles, habrían llevado supuestamente a la población local a trasladarse «voluntariamente» a 600 kilómetros de distancia, a la ciudad de Msomera. El 10 de junio de 2022, la policía y los guardabosques llegaron a disparar contra los residentes de la zona de Loliondo para desalojarlos de sus tierras.
Recientemente, el gobierno intentó privar de sus derechos a 110.000 masai de la región de Ngorongoro. Antes de las elecciones locales de noviembre, nombres de muchas personas masai aparecieron de repente en el censo electoral de Msomera, lo que les habría impedido votar. El gobierno también planificaba desmantelar oficialmente 25 aldeas y 11 municipios, dejando a miles de personas sin hogar.
El 18 de agosto, en protesta por este terrible desprecio y violación de sus derechos, entre 15.000 y 20.000 masai se manifestaron a lo largo de la carretera que une los lugares turísticos de Ngorongoro y Serengeti, bloqueándola durante varias horas.
Pocos días después de unasentencia del Tribunal Superior de Arusha, la capital, el gobierno tanzano abandonó finalmente su plan de privar de sus derechos a los Masai. La Presidenta Samia Suluhu Hassan ordenó también el restablecimiento de los servicios públicos esenciales de sanidad y educación, informa nuestro compañero Yannick Ndoinyo, de la organización TEST. El desmantelamiento de las aldeas debe suspenderse a la espera de una decisión judicial.
Yannick, que también trabaja para en defensa de los derechos de su pueblo, en Loliondo, estará comprobando ahora si estas resoluciones y anuncios se aplican realmente.
Aunque celebramos este importante paso en favor de los pueblos indígenas, nuestra petición «Tanzania: detener el desplazamiento de los masái de Ngorongoro» seguirá en línea hasta que se atiendan con seguridad, efectiva y definitivamente sus demandas.
Quienes aún no lo hayan hecho, todavía pueden firmar la petición.