Robo de tierras en Colombia: paramilitarismo institucional se consolida

Cortando palma aceiteraPobladores se oponen a la expansión de la palma
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Por la total impunidad que reina en Colombia, persisten las operaciones criminales de tipo paramilitar dirigidas a consolidar el agronegocio de la palma, del ganado, del plátano y la deforestación. Con profundo dolor e indignación, la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz y la Red de Alternativas a la Impunidad informan que la situación con respecto al robo y tráfico de tierras se intensifica gravemente día a día en el Bajo Atrato y el Urabá antioqueño, en la emblemática y biodiversa región del Chocó.

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La región ha sufrido más de 140 crímenes y 13 desplazamientos forzados. Ya es sistemática la violación al derecho fundamental a la alimentación a las familias de Caracolí- Curvaradó por parte de los empresarios de la ganadería extensiva y del plátano, ante la inacción de la policía que ignora las denuncias de las víctimas de los destrozos a sus cosechas. Estos empresarios criminales gozan y proyectan la consolidación y el control social del territorio, mientras las víctimas son criminalizadas en virtud de la “seguridad democrática” y el “Estado comunitario”. Justicia y Paz ha documentado exhaustivamente las evidencias de que las estructuras paramilitares están enquistadas en la vida económica y política de la región: “Las amenazas, las ocupaciones ilegales, el desconocimiento del Derecho, el uso del aparato judicial contra las víctimas operan eficazmente, desfigurando una vez más el propósito del Derecho, desvertebrando la relación entre la ley y la ética, entre la economía y la dignidad humana”, denuncian. Y describen cómo repetidas violaciones de derechos humanos de la población local suceden con complicidad de la policía y de la Brigada 15 del Ejército Nacional: “Lo paramilitar se impone sobre el derecho. Las autoridades locales obedecen las órdenes de los despojadores, las instancias de justicia obran a voluntad de los victimarios”.

Impunidad, inacción e ilegalidad por parte del Estado están a la orden del día. Significa esto que las operaciones paramilitares y paraempresariales se desarrollan a través de la institucionalidad de un Estado y que hoy se erige en Colombia como de Hecho, sin Derecho.

La anunciada desmovilización (como se conoce a la disolución de las estructuras paramilitares) es tan sólo simulada, y sobre ella se desarrollan nuevas estrategias de control social y territorial, político y económico a través de la misma institucionalidad local que hace a los empresarios que ocupan ilegalmente los territorios beneficiarios de trámites fraudulentos y de créditos oficiales.

Los hechos descritos suceden a las puertas de una Misión Internacional convocada por organizaciones nacionales e internacionales, que entre el 1 y el 11 de julio de 2009 verificará los impactos que la expansión de los cultivos para agrocombustibles (palma aceitera y caña de azúcar) en Colombia.

NOTA IMPORTANTE: Desde 2007 Salva la Selva ha organizado diferentes acciones de protesta por email en relación a esta problemática, y miles de cartas han sido enviadas a las autoridades colombianas en señal de acompañamiento a las comunidades y a los defensores de derechos humanos cuyas vidas tambien están constantemente amenazadas. Nuestros compañeros en Colombia nos manifiestan que es muy importante continuar enviando cartas, para contribuir a proteger a quienes luchan por su vida y su territorio y para frenar la impunidad. Sigan informándose sobre el tema y escriban a las autoridades.

Carta

Estimados Sres. Autoridades

Sr. FRANCISCO SANTOS, Vicepresidente de la República
Sr. FABIO VALENCIA COSSIO, Ministro del Interior
Sr. JAIME BERMUDEZ, Ministro de Relaciones Exteriores
Sr. ANDRES FERNANDEZ, Ministro de Agricultura
Sr. CARLOS COSTA, Ministro de Medio Ambiente
Sr. MARIO IGUARAN ARANA, Fiscal General de la Nación
Sr. ALEJANDRO ORDOÑEZ, Procurador General de la Nación
Sr. VOLMAR PEREZ, Defensor Nacional del Pueblo

Por la presente, me dirijo a usted indignado y escandalizado. Por medio de la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz he podido conocer que no ha habido intervención efectiva del Estado ante las estructuras criminales empresariales en la región del Bajo Atrato y el Urabá antioqueño, donde el robo, tráfico y ocupación ilegal de las tierras de los pobladores locales se agrava día a día. Existen evidencias incontestables de que persisten las actuaciones de los ocupantes de mala fe comprometidos con las estructuras paramilitares, así como de las omisiones y actuaciones de responsabilidad directa de la Brigada 15. Tales abusos hacen imposible una restitución real de la propiedad colectiva ya ocupada ilegalmente, luego del despojo paramilitar.

En este contexto y tan sólo en los últimos días se ha producido presumiblemente la desaparición forzada de BEJAMIN GOMEZ en Caño Manso; el joven ULIFER PEREZ ha sido asesinado; persisten amenazas contra ENRIQUE PETRO; se llevan a cabo nuevas tácticas de ocupación ilegal de las tierras por parte de empresarios beneficiarios del paramilitarismo y ocupantes de mala fe en Andalucía, Caracolí, Caño Manso. Se denuncia además que el senador BUILES ordena desde la cárcel la ocupación de predios.

Me preocupa que su país aparece así como un Estado de hecho, sin Derecho, que desconoce los derechos de los pobladores afrocolombianos y mestizos sobre la propiedad de sus tierras. A pesar del conocimiento que ustedes permanentemente tienen sobre la grave situación, así como del desconocimiento de las Medidas Provisionales de la Corte Interamericana de Derechos Humanos respecto al respeto debido a las Zonas Humanitarias y el tema de las tierras, nada absolutamente nada de fondo sucede.

A todos ustedes, nuestra apelación como responsables del Estado Colombiano para que ejerzan de modo inmediato la autoridad delegada por los ciudadanos para actuar, por una vez, así sea la única vez, en eficacia y en el marco del Derecho.
Nuevos crímenes, nuevos mecanismos de despojo, nuevas constataciones de la criminalidad en las estructuras institucionales continúa sucediendo y absolutamente nada eficaz, oportuno se realiza por parte de ustedes.

Aprovechamos igualmente esta misiva, para exigir la seguridad en la zona de los miembros de las organizaciones de derechos humanos como Justicia y Paz, y la de observadores internacionales como Peace Brigades International y el desarrollo de su trabajo de acompañamiento de las comunidades en materia de derechos humanos.
Solicito a usted una respuesta a la mayor brevedad posible a todas las preocupaciones planteadas en esta comunicación. Sin otro particular, le saluda atentamente,

Información breve sobre el tema Palma Aceitera

Es un tipo de palma, cuyo nombre científico es Elaeis guineensis. Es un cultivo perenne y de tardío y largo rendimiento, cuya vida productiva puede durar más de 50 años. Comienza a producir frutos a partir de los dos años y medio de su siembra, y alcanza su mayor producción entre los 20 y 30 años (12 mts. de altura), luego de lo cual declinan y dejan de ser rentables, especialmente por la altura a la que se encuentran los frutos (hasta 40 mts!). Es una planta propia de la región tropical (selva húmeda tropical cálida), crece a altitudes por debajo de los 500 msnm. Su fruto es rojizo.

2. ¿Qué es el aceite de palma?

El aceite de palma se extrae de la pulpa del fruto de la palma aceitera mediante varias operaciones. Se produce en forma de monocultivo a gran escala y se exporta desde las zonas tropicales al mercado global (fundamentalmente la Unión Europea, China, India, EEUU). Es el segundo aceite vegetal más comercializado y consumido en el mundo (después del aceite de soja), en los sectores alimenticio, industrial y energético. Por eso, el aceite de palma es una materia prima estratégica en el sector de los agronegocios. Las ganancias son extraordinarias.

3. ¿Dónde se produce el aceite de palma?

La palma aceitera crece en climas tropicales. Países productores son: Indonesia, Malasia, Papua Nueva Guinea, Camerún, Uganda, Costa de Marfil, Camboya, Filipinas y Tailandia, así como Colombia, Ecuador, Perú, Brasil, Guatemala, México, Nicaragua y Costa Rica. En estos países, la palma aceitera se está expandiendo rápidamente sobre ecosistemas como las selvas tropicales, en forma de monocultivos industriales. Los monocultivos industriales ocupan todo amplias extensiones de territorio socavando así el derecho de los pueblos locales a producir sus propios alimentos de acuerdo a las condiciones de sus tierras y su cultura alimentaria tradicional. Esto tiene como consecuencia que mientras el aceite de palma y sus derivados se comercializan mayormente en los mercados internacionales, los países productores se ven obligados a importar alimentos. Por estos motivos, muchas organizaciones sociales, ambientales y de derechos humanos han respondido críticamente a la expansión indiscriminada de la palma aceitera.

4. ¿Cómo se expande la palma aceitera?

Además de los problemas ambientales que surgen del hecho de que las plantaciones de palma se expanden sobre los bosques tropicales, como destrucción del ecosistema y así de su biodiversidad. En otro orden de cosas, las plantaciones se usan plaguicidas muy tóxicos (como el Paraquat o el Gramoxone), extremadamente perjudiciales para la salud humana y ambiental. Además, el cultivo de la palma es exótico en la mayoría de países que lo han implementado, lo que conlleva alto riesgo de plagas y enfermedades Más allá de los problemas meramente ambientales, se reportan continuamente problemas sociales, conflictos laborales e incluso graves violaciones de derechos humanos que llegan hasta el asesinato.

5. ¿Qué tiene que ver la expansión de la palma con la deforestación?

La sustitución de los bosques por plantaciones industriales de árboles fomentada por las políticas gubernamentales de muchos países ha sido identificada oficialmente como una de las mayores causas de deforestación a nivel mundial (p.ej. en países como Malasia, Indonesia donde el nivel de deforestación ha aumentado dramáticamente en los últimos años, en paralelo a la expansión de la palma ). Aunque muchos países y empresas argumentan que las plantaciones de palma se expanden sobre tierras degradadas o “marginales”, lo cierto es que la mayoría de tierras son utilizadas o aprovechadas por pobladores, y el concepto de tierras “marginales” es muy relativo. En muchos casos, la frontera agrícola es empujada por los monocultivos provocando la deforestación. Por esas razones, en la práctica, monocultivos como el de la palma aceitera sustituyen bosques tropicales y otros ecosistemas, provocando una grave deforestación. Es sabido que la desaparición de los bosques afecta a la humanidad en su conjunto: la deforestación trae aparejada una gran pérdida de biodiversidad, cambio climático y agravamiento de las sequías, erosión de suelos. Además, las plantaciones de palma implican contaminación de los cursos de agua y la aparición de plagas y enfermedades por la ruptura del equilibrio ecológico y cambios en las cadenas alimentarias. Esto significa que la conservación del agua, de los suelos, de la flora y de la fauna se ven seriamente amenazados por las plantaciones de palma en aquellos países donde se están expandiendo.

6. Las plantaciones de palma ¿provocan o contienen el cambio climático?

La expansión de los monocultivos de palma aceitera se da a costa de la degradación, la quema de turberas y la deforestación, las cuales implican de por sí ingentes emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera. A estas se suman las emisiones por la pérdida de carbono del suelo, el uso de fertilizantes nitrogenados, las emisiones de la maquinaria agrícola y la pérdida de sumideros de CO2. El aceite de palma se utiliza para la producción industrial de agrocombustibles. A pesar de que este tipo de combustibles se promocionan vomo más amigables con el medio ambiente, existen estudios que demuestran que incrementar la cantidad de agrocarburantes importando aceite de palma aumenta las emisiones de CO2 en vez de reducirlas.

7. ¿Quién y para qué utiliza el aceite de palma?

El aceite de palma se encuentra entre los ingredientes de muchísimos productos alimentarios que consumimos diariamente. Todos nosotros consumimos aceite de palma procedente de la deforestación de selvas tropicales. Este se vende a empresas multinacionales como Unilever, Nestlé y Procter & Gamble, y a otras grandes marcas de la alimentación, cosmética y agrocombustibles.

8. ¿Quién se beneficia de las plantaciones de palma?

Las plantaciones de palma aceitera son altamente rentables. Pero están altamente mecanizadas y el número de trabajadores contratados es muy pequeño en relación a la superficie de su extensión. Aún así, en plantaciones de palma en diversos países se han reportado conflictos laborales serios. Son las empresas productoras las se llevan los beneficios de su comercialización, por lo que no constituyen una auténtica opción de desarrollo local. Aunque en algunos lugares y de modo experimental existen proyectos con pequeños productores, ha habido casos en los que estos han resultado arruinados debido a las fluctuaciones del mercado. Como contracara, según el Forum Permanente de Asuntos Indígenas de las Naciones Unidas, 60 millones de indígenas en el mundo corren riesgo de perder sus tierras y medios de subsistencia por la expansión de plantaciones para producir agroenergía. Muchas plantaciones de palma se están expandiendo sobre tierras reclamadas por comunidades indígenas cuyos gobiernos no reconocen derechos territoriales ancestrales o indígenas (por ejemplo en Indonesia). Esto significa que ni indígenas u otros pobladores locales, ni trabajadores, ni pequeños productores se benefician de la expansión de la palma, sino las empresas palmicultoras que son propiedad de las élites locales o de las grandes multinacionales, las cuales terminan controlando amplias extensiones de tierra, profundizando la explotación laboral, provocando más migración campo-ciudad, pobreza, conflictos sociales y violaciones de los Derechos Humanos.

9. ¿Cuál es la responsabilidad de los países del Norte en los impactos descritos de las plantaciones de palma aceitera?

Sin prestar debida atención a las denuncias de cientos de ONGs ambientales y sociales y grupos de la sociedad civil, científicos y portavoces de la diferentes organismos internacionales, que han hablado de los impactos de dimensiones incalculables, la Unión Europea fijó un porcentaje obligatorio del 10% de 'energía renovable para energía y transporte'. Este porcentaje impulsa una demanda masiva de materias primas para la producción de biocombustibles, ya que no existen en la actualidad otras fuentes renovables de energía suficientemente desarrolladas. El aceite de palma es una de las materias primas que se utilizan para la producción de biocombustibles o agrocombustibles, lo que consiguientemente catapulta su necesidad y demanda. Debido a las críticas que han surgido, y para conseguir la aceptación política y social, la Unión Europea y otros organismos e instituciones proponen elaborar unos criterios formales de sostenibilidad para la producción de materias primas para agrocombustibles. Sin embargo, como ya hemos explicado, el cultivo de palma aceitera, como todos los monocultivos agroindustriales, NO ES ni puede ser NUNCA sostenible.

10. ¿La certificación de monocultivos de palma de aceite constituye una garantía de sostenibilidad?

Las iniciativas de certificación de los monocultivos de palma han sido calificados por organizaciones ambientalistas como un intento más de “lavado” o “maquillaje” de la agroindustria. Argumentan que los procesos de certificación no puede garantizar soluciones a los problemas provocados por los monocultivos y que por eso, las plantaciones de palma aceitera no son ni serán nunca sostenibles, debido a la misma lógica de su producción. Una de estas iniciativas es la Mesa Redonda de Aceite de Palma Sostenible (RSPO). RSPO es un proceso de certificación voluntaria promovido por grandes ONGs (como el World Wildlife Founf WWF) y la industria. Pero organizaciones afectadas han declarado que esta iniciativa que va en contra de los intereses populares. Los sellos de certificación se han diseñado más bien como un instrumento de expansión del negocio de la palma y no como una estrategia para contener sus impactos ambientales y sociales. Muchas de las empresas miembros de la RSPO siguen destruyendo grandes zonas de selva húmeda y violando derechos humanos, como es el caso de Wilmar International en la Isla de Bugala (Uganda) y en Indonesia, PT SMART, Agro Group e IOI Group en Indonesia, FEDEPALMA en Colombia, o Unilever en Indonesia, Malasia y Costa de Marfil. Es evidente que el interés principal de este proceso de la “sostenibilidad de la palma aceitera” es puramente comercial. No existe una auténtica intención de contener sus impactos sociales y sobre los derechos humanos, sino que tiende a silenciar los graves crímenes, las irregularidades y el control paramilitar relacionados con el agronegocio de la palma aceitera en países como Indonesia y Colombia.

11. ¿Qué se puede hacer para evitar la destrucción de selvas tropicales y poblaciones afectadas a causa de la expansión de la palma aceitera?

Se hace necesario evitar nuevas deforestaciones y conversiones de uso del suelo para el cultivo palma aceitera; no se debe destruir ni una sola hectárea más de ecosistemas naturales para implementar palma aceitera. Para ello, se debe exigir a los gobiernos de los países productores

-La detanción inmediata de la expansión de las plantaciones de palma de aceite

-La protección de los derechos humanos de pueblos indígenas y comunidades campesinas afectados por plantaciones de monocultivos a gran escala y el respeto de sus tierras y territorios.

-La reparación integral de los daños humanos y ambientales generados por la imposición de los monocultivos a gran escala y por las violaciones de los derechos humanos por parte de fuerzas del Estado y empresas privadas.

-Resolución de los conflictos de tierras vinculados al monocultivo de la palma, restitución de tierras ancestrales a las comunidades desplazadas por los monocultivos, y la implementación del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo OIT en todos los casos en que sea pertinente.

-Resolución de los procesos judiciales, denuncias y otros reclamos iniciados por parte de las comunidades afectadas. Y se debe exigir a la Unión Europea

-La eliminación del porcentaje obligatorio del 10% de 'energía renovable para energía y transporte', que traducido significa un aumento exponencial de la demanda de aceite de palma para el mercado europeo, para la producción de combustible y generación de electricidad. Eliminación de los incentivos como exenciones de impuestos y subvenciones para los agrocombustibles industriales, incluida la financiación a través del comercio de carbono, de cooperación internacional al desarrollo o de créditos de organismos multilaterales como el Banco Mundial o el Banco Interamericano de Desarrollo.

-Una moratoria a las importaciones de aceite de palma.

- La cancelación de las relaciones comerciales de las empresas compradores de aceite de palma con proveedores que destruyen los bosques y turberas, y que son responsables o beneficiarios de violaciones de los Derechos Humanos.

-Incluir aspectos sociales y de derechos humanos estrictos en los criterios de sostenibilidad para la producción de materias primas para agrocombustibles que están desarrollando. Es de esperar que en el proceso, los hacedores de políticas de la UE, llegarán por fin a comprender que por definición, monocultivos industriales a gran escala como los de palma aceitera no son ni ambiental ni socialmente sostenibles.

-Al mismo tiempo, ni oficialmente la UE, ni las empresas deben caer en la falsedad de apoyarse en la supuesta sostenibilidad o “maquillaje verde” del lobby de la industria del agronegocio (como RSPO), para justificar la expansión indiscriminada del cultivo de la palma que sólo beneficia a grandes empresas a costa del futuro de los pueblos y el planeta, creando una ilusión falsa de comportamiento responsable para el consumidor final.

12. ¿Constituye la expansión de la palma una amenaza para el futuro?

No es una amenaza para el futuro, sino una de las causas más importantes y preocupantes de destrucción de los bosques tropicales ya en la actualidad. Muchos daños provocados por la agroindustria de la palma aceitera en los países tropicales son ya irreparables. Como muestra, presentamos unos ejemplos críticos de expansión de plantaciones de palma:

En Indonesia los conflictos por la expansión de las plantaciones de palma han aumentado: las grandes empresas están expropiando ilegalmente a los agricultores y contratan vigilancia privada para imponer el estado de hecho. Sólo en 2006 se documentaron 350 conflictos agrarios y 1.753 casos de violaciones de Derechos Humanos.

El plan estratégico para la plantación de especies agrocombustibles para el estado de Chiapas, México –plan piloto a nivel nacional- establece como superficie potencial en el estado de Chiapas, 900.000 has (¡ 7ª parte de la superficie estatal !). Ya se han establecido al sur de la Selva Lacandona dos viveros para palma africana, los más grandes de América Latina. Este megaproyecto es calificado por las organizaciones ecologistas y sociales locales de ecocida y etnocida por permitir e impulsar la titulación individual y posterior privatización de las tierras de los pueblos indígenas y comunidades campesinas, conocidas en México como ejidos y bienes comunales.

En Colombia, la expansión del aceite de palma está relacionada con graves violaciones y abusos de los derechos humanos. Se han documentado 113 asesinatos en la cuenca fluvial de Curvaradó y Jiguamiandó, región Chocó, a manos de paramilitares que trabajan con compañías palmicultoras, para que éstas se adjudiquen tierras que legalmente pertenecen a comunidades afrocolombianas. Los grupos paramilitares operan con el apoyo de la Brigada 17 de la Armada Colombiana y son responsables de 13 desplazamientos forzosos. La estrategia paramilitar desarrollada en complicidad con la armada colombiana incluye bloqueo económico, asesinato selectivo, masacres y tortura. A pesar de las evidencias de la ilegalidad del establecimiento de las plantaciones de palma (reconocidas por el Fiscal General y el Defensor del Pueblo de Colombia; la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, etc.) y de la destrucción de vidas humanas, el gobierno colombiano aún no ha tomado medidas efectivas para prevenir esta situación o para restituir la tierra robada a las comunidades afro colombianas. También se han registrado conflictos en Tumaco, Magdalena Medio, Vichada, Meta y las regiones amazónicas.

En Ecuador las plantaciones de palma aceitera provocaron la pérdida de bosques primarios únicos que constituían el territorio comunitario y ancestral de comunidades, acabando con sus fuentes de agua, alimentación, medicina, espiritualidad y cultura. En la actualidad, el Plan Agrario y Forestal del gobierno tiene previsto más de 450.000 h de palma, entre otros monocultivos para la producción de agrocombustibles, ocupando bosques tropicales y cultivos alimenticios en territorios indígenas, afroecuatorianos y de comunidades campesinas. Su derecho humano al agua será severamente violentado.

En Perú, en plena Amazonía, regiones de San Martín y Loreto, la política del gobierno peruano y la actuación de las empresas palmicultoras está provocando la destrucción de miles de hectáreas de selva virgen. Sin ningún tipo de consulta con la población, miles de hectáreas de selvas han sido concesionadas a empresas palmicultoras que están deforestando la selva desde 2006 y forzando el desplazamiento de las comunidades de la zona que se resisten a ser desalojadas.

En Guatemala, se han puesto en marcha mega-proyectos de palma aceitera para la producción de agrodiesel, provocando un acelerado cambio en el uso del suelo, que ha afectado la soberanía alimentaria de las zonas rurales, así como el desplazamiento de grandes contingentes de población campesina. El presidente del país se vio obligado hace pocos meses a declarar oficialmente el estado de emergencia alimentaria.

Elaborado por Guadalupe Rodríguez, Salva la Selva, guadalupe@regenwald.org Febrero 2010

FUENTES:

-Wikipedia, Aceite de Palma

-Wikipedia, Eleais guineensis

-Documentacións acerca de la Palma Aceitera en Stop-Agrocombustibles

-Declaración internacional en contra del “maquillaje verde” de monocultivos de la ‘Mesa Redonda de Aceite de Palma Sostenible’ (RSPO). En defensa de los Derechos Humanos, la Soberanía Alimentaria, la Biodiversidad y la Justicia Climática, en

-Carta Abierta a RSPO y WWF. Las plantaciones de palma aceitera no serán nunca sostenibles

-Biofuelwatch

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