
Metales pesados
Cuando se habla de minería y otros extractivismos, a menudo se menciona como uno de sus impactos la contaminación con metales pesados. Una pequeña introducción al tema, si no sabes de qué se trata.

En contra de lo que pretenden hacer creer las empresas mineras, la minería es una actividad industrial extractiva y como tal, no es ni podrá nunca ser sostenible.

Los compuestos de cianuro son altamente tóxicos, su uso es controvertido y está prohibido en algunos lugares del mundo.

El mercurio es una amenaza global, regional y nacional en términos de salud para el ser humano y la naturaleza. Es un veneno que no puede crearse ni destruirse.

La minería no sólo destruye el medio ambiente, sino que también aparece como portadora de violencias múltiples para las mujeres.
¿Qué son los metales pesados?
Aunque hay metales libres y presentes de forma natural en algunos ecosistemas, al hablar de metales pesados se hace referencia a un grupo de elementos definidos según diferentes criterios (densidad, número atómico, peso atómico), pero que en todo caso son tóxicos en concentraciones bajas para los organismos vivos y representan un problema ambiental y de salud serio.
¿Cuáles son los metales pesados?
Los metales pesados más conocidos son el mercurio (Hg), el plomo (Pb), el cadmio (Cd), el cobre (Cu), el níquel (Ni), el zinc (Zn), el cobalto (Co), el estaño (Sn) y el cromo (Cr). La definición puede incluir elementos más livianos como el berilio (Be), el aluminio (Al) o el arsénico (As) que es un semimetal.
¿Cuáles son las vías de exposición y contaminación?
Su uso (y abuso) creciente en la vida cotidiana termina afectando a la salud. Suelen proceder de vertidos industriales, mineros, agrícolas y ganaderos; de vertederos y aguas residuales; y también del tráfico y los incendios forestales. Así se llegan a contaminar no sólo las aguas -se permiten únicamente en concentraciones ínfimas en el agua de consumo humano- sino también la tierra en la que se producen los alimentos que consumimos y el aire que respiramos.
¿Por qué son peligrosos?
Tienen efectos tóxicos muy diversos. No se degradan y además no pueden eliminarse del cuerpo: son bioacumulativos. Su concentración en los organismos vivos aumenta a medida que asciende en la cadena trófica. En el ser humano, cantidades de ciertos metales superiores a las requeridas naturalmente como el hierro o el zinc pueden tener consecuencias físicas negativas como dolores crónicos, problemas sanguíneos, afectaciones al desarrollo; y efectos psíquicos como la ansiedad, y otros. Algunos metales pesados son además carcinógenos.
Metales pesados y minería
Dados los escasos controles aplicados a la actividad minera y la elevada peligrosidad, numerosos accidentes han sucedido en los últimos años y décadas en diferentes países.
Ver:
Efecto de los metales pesados en la salud humana
Persisten metales pesados en ríos dañados por Grupo México en 2014
Más de 4,000 niños están expuestos a metales pesados en Perú, según Minsa
Demandan a Enel por presencia de metales pesados en niños y lugares contaminados en Coronel