Biocombustibles

Trabajador en una plantación de caña de azúcar Caña de azúcar en Sudáfrica (© Rettet den Regenwald / Mathias Rittgerott)

Desde hace ya algún tiempo, la palabra “biocombustible” está en todas las bocas. Los “biocombustibles” son nombrados como los salvadores del problema energético de la humanidad y del calentamiento global. Las empresas prometen enormes ganancias y se supone que contribuirán al desarrollo económico de los países del Sur. ¿Llegó por fin una “era del oro verde” y se ha conseguido salvar el clima? ¿Por fin podemos apretar el acelerador de nuestros automóviles sin más preocupaciones por el ahorro de energía?

Desde hace ya algún tiempo, la palabra “biocombustible” está en todas las bocas. Los “biocombustibles” son nombrados como los salvadores del problema energético de la humanidad y del calentamiento global. Las empresas prometen enormes ganancias y se supone que contribuirán al desarrollo económico de los países del Sur. ¿Llegó por fin una “era del oro verde” y se ha conseguido salvar el clima? ¿Por fin podemos apretar el acelerador de nuestros automóviles sin más preocupaciones por el ahorro de energía?

La respuesta es sin duda: ¡No!

La electricidad y el calor de las calefacciones que se produce a base de aceite de palma, así como el “bioetanol” y el “biodiesel” para el transporte no son otra cosa que energía destructora de las selvas tropicales, aceleran el cambio climático y además, para millones de personas significan hambre.

1. ¿Qué son „biocombustibles“?

Por „biocombustibles“ se entiende comúnmente portadores de energía obtenidos de materias primas renovables, como biomasa de plantas y animales. Con ellos se puede p.ej. alimentar vehículos, calentar hogares y poner en funcionamiento generadores de electricidad.

Los biocombustibles se pueden dividir en 4 grupos:

  • Alcoholes como el etanol, que se obtienen p.ej. de caña de azúcar, maíz y cereales
  • Aceites de plantas „biodiesel“ de colza, palma, soja, girasol, etc.
  • Biogas de materia orgánica, restos de cosechas y estiércol.
  • Biomasa sólida y líquida como p.ej. aceites de plantas, fibras de plantas, restos y pellets de madera, que son utilizados sólos o mezclados con combustibles fósiles en centrales térmicas y eléctricas.

2. ¿Qué tengo que ver yo con los “biocombustibles” como ciudadano?

En la actualidad, los combustible ya se han extendido considerablemente. Todos nosotros los estamos utilizando, aún cuando no seamos plenamente conscientes de ello. Con ellos se alimenta automóviles, buses y generadores de electricidad, y se calientan los hogares. La Unión Europea (UE) ha establecido porcentajes obligatorios para los combustibles fósiles que se utilizan actualmente en el transporte. Hoy día estos porcentajes son del 2%, pero serán hasta el año 2010 de 5,75% y hasta el 2020 incluso del 10%.

3. ¿Son los “biocombustibles”ecológicos, amigables con el medio ambiente y sostenibles?

No. Su producción se hace a partir de monocultivos agroindustriales. En estos se utilizan grandes cantidades de abonos sintéticos y pesticidas. El ser humano y el medio ambiente resultan severamente afectados por estos químicos. Además, para su producción se utilizan cada vez más plantas genéticamente modificadas que también suponen muchos peligros, muchos de ellos aún no conocidos para los seres humanos y el medio ambiente. También las privisiones de agua en muchas regiones se encuentran gravemente amenazadas. Por eso, el nombre “biocombustibles” lleva a confusión.

4. ¿Son los “biocombustibles” neutrales para el clima y en cuanto a sus emisiones de CO2 ?

No. Eso es imposible. Todo lo contrario. La industria y los políticos utilizan trucos y cálculos incompletos. En realidad, los “biocombustibles” aceleran el cambio climático por las siguientes razones:
Básicamente, el CO2 tomado por las plantas de la atmósfera al crecer vuelve a liberarse totalmente con la combustión del “biocombustible” elaborado a partir de ellas. Antes de haber monocultivos para “biocombustibles”, sobre las mismas superficies de tierra crecía otra vegetación que fue sustituida. El CO2 almacenado en la biomasa de esta vegeación es liberado cuando se elimina la misma para dar lugar a los moncultivos. Para establecer p.ej. Plantaciones de palma, se talan y queman bosques tropicales y turberas en regiones como el sudeste de Asia.

La destrucción de los bosques tropicales es responsable de un 18% de las emisiones perjudiciales para el clima, la agricultura lo es de un 14% más. Cada tonelada de aceite de palma producido sobre una zona de turba, determina la liberación de entre 10 a 30 toneladas de CO2. Estos bosques tropicales son además un regulador importante del clima mundial. Su destrucción lleva a más calentamiento y sequia. Si su tala sobrepasara una cantidad determinada de superficies, esto podría afectar drásticamente a todo el sistema biológico y al clima.

Además, para el establecimiento de monocultivos y para la producción de “biocombustibles” son necesarias grandes cantidades de combustibles fósiles, para mover las máquinas y vehículos, para sembrar, cosechar, para el propio proceso de producción y para el transporte de abonos, pesticidas, cosechas, almacenamiento, prensado, destilación, etc.

5. ¿Pueden los “biocombustibles” solucionar la amenazante crisis energética de los seres humanos?

No, de ningún modo. Las plantas sólo pueden convertir una pequeña parte de la energía solar en biomasa. Por eso, para la producción de “biocombustibles” se precisan superficies tan enormes de cultivo. Para cubrir la demanda actual de la humanidad, la superficie total de la tierra tendría que ser cultivada con plantas para la producción de energía. Con el consumo creciente a nivel mundial, la crisis energética se va a agudizar.

El petróleo, el gas natural y el carbón son biomasa fósil de plantas y animales muertos. En un sólo siglo, la humanidad ha gastado (mejor dicho, derrochado) una gran parte de las reservas de energía fósil, que se formaron a lo largo de 700 millones de años. El biólogo Jeffrey Dukes ha calculado, que la energía fósil consumida cada año es equivalente a la biomasa que crece a nivel mundial sobre la tierra y en los océanos a lo largo de 400 años.

6. ¿Con la introducción de “biocombustibles” ya no es necesario ahorrar energía?

Nuestro abastecimiento de energía continúa siendo dependiente de las fuentes de energía fósil. Aunque enormes superficies de cultivo ya han sido convertidas en plantaciones para la producción de energía, éstos sólo abastecen el 1% de la energía necesaria para el transporte a nivel global. Aunque la producción de “biocombustibles” siga creciendo, sólo podrá sustituir una pequeña parte de la energía fósil.
Un manejo y ahorro eficiente de la energía es ahora más importante que nunca antes. Las empresas petroleras y la industria ganan tanto con los combustibles fósiles como con los renovables, y están interesadas, en que los consumidores continúen consumiendo mucha energía.

7. ¿Significan los “biocombustibles una ayuda para los pobres en los países en desarrollo?

No. La mayoría de los campesinos en los países en desarrollo sólo poseen pequeñas propiedades. La producción de las pequeñas propiedades no es rentable para los mercados globales. Para producir “biocombustibles” se transforman grandes extensiones de tierras en monocultivos. El negocio lo hacen empresas y grandes terratenientes.
Para extender las plantaciones, en muchos lugares del mundo se está desplanzando a los campesinos y sus tierras están siendo tomadas. Esto sucede muchas veces con de manera forzosa y violando los derechos humanos de estas personas. Ejemplos de esto son los monocultivos de palma en Indonesia, Malasia, Colombia y Ecuador, o los de soja en Brasil, Argentina y Paraguay. Pueblos indígenas completos ya han sido llevados al borde de la desaparición. Además, los salarios son excesivamente bajos y las condiciones laborales en las plantaciones pésimas. En Brasil, 200.000 personas trabajan como esclavos en las plantaciones de caña de azúcar de las que procede el etanol.

8. ¿Los “biocombustibles” rompen con el círculo de poder de las industrias petrolera, de energía eléctrica y automovilística?

No, ya que las mismas empresas hace ya tiempo que se han subido al tren y se esconden detrás del actual boom mundial de la “bioenergía”. Hay una especie de “fiebre del oro verde”, que ha creado alianzas entre políticos, organizaciones internacionales e industrias del ramo del petróleo, química, agronegocio, biotecnología y del automóvil. A ésta pertenecen empresas como Shell, BP, Chevron, ExxonMobil, Repsol-YPF, Petrobras, ADM, Cargill, Bunge, Bayer, DuPont, BASF, Monsanto, VW, General Motors y Ford entre otras.

9. ¿Los “biocombustibles” no tienen influencia sobre la producción de alimentos?

Todo lo contrario. El boom de los “biocombustibles” ya ha tenido como consecuencia una disminución de la producción y encarecimiento de algunos alimentos básicos. Los pobres no pueden competir financieramente con los autos.
En todo el mundo hay 1.000 millones de personas hambrientas y más de 3.000 millones de personas que viven por debajo del umbral de la pobreza. Muchos de ellos deben sobrevivir con 1 Euro (o menos) al día. Los pobres en los países en desarrollo resultan mucho más afectados que los habitantes de los países industrializados. Para que podamos seguir llenando nuestros tanques con “biocombustible”, otras personas tienen que morir de hambre. El Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas, ya ha tenido que reducir los envíos de alimentos a las regiones donde hay hambre.
El cereal, que transformado en etanol serviría para llenar un sólo tanque de un solo automóvil grande, puede alimentar a una persona durante un año entero. Si el tanque de ese auto se llena cada 2 semanas, el cereal utilizado podría alimentar a 26 personas durante un año.
Por ejemplo en México, los precios del maíz, el alimento básico de la población pobre, se han más que duplicado en pocos meses. Como consecuencia, se desarrollaron manifestaciones masivas. Pero también en la UE se elevaron notablemente los precios, p. ej. de aceites vegetales para la alimentación.

10. ¿Qué son “biocombustibles” de segunda generación?

Prestigiosos científicos e institutos de investigación han demostrado, que el balance del clima de los “biocombustibles” actuales es muy malo. En muchos casos, se utiliza más energía en su producción que la que se obtiene al final. Si son posibles, es gracias a subvenciones estatales. Empresas e investigadores intentan entonces optimizar el rendimiento y la eficiencia energética de las plantas y patentar los procesos de producción de “biocombustibles”. Se pretende obtener más “biocombustible” de la misma superficie y de la misma cantidad de biomasa.

Hasta ahora, los biocombustibles se producen de azúcares o aceites vegetales. Estas sustancias constituyen sólo una pequeña parte de la biomasa vegetal. La mayor parte es celulosa y lignina. En el futuro, el etanol se podrá producir también a partir de la celulosa de las plantas y de la madera. Se piensa que la riesgosa manipulación genética de árboles, otras plantas y microbios, jugará aquí un importante papel.

Todavía es incierto cuándo estarán disponibles estos “biocombustibles” de segunda generación. Hasta ahora se trata tan sólo de un proyecto. La optimización de la eficiencia energética es una cuestión limitada técnica, física y biológicamente. La demanda de grandes cantidades de biomasa para “biocombustibles” ha conducido a la expansión de la producción sobre diferentes ecosistemas y sobre los suelos más fértiles.

11. ¿Existen “biocombustibles” certificados de manera independiente?

No. En las llamadas Mesas Redondas se intenta llegar a acuedos entre la industria de “biocombustibles”, los dueños de las plantaciones y otros interesados, pero hasta la fecha no se ha llegado a más que palabras vacías. En la práctica, la certificación es algo muy confuso, ya que la producción de biocombustibles se lleva a cabo de manera extensiva e industrialmente, y tiene graves consecuencias sociales y ecológicas. Entre ellas se encuentran el desplanzamiento muchas veces forzoso de campesinos, el uso de grandes cantidades de fertilizanes y pesticidas, así como la ampliación de las superficies de monocultivos a costas de la producción de alimentos y de bosques tropicales y ecosistemas naturales.

La cantidad de energía que puede ser obtenida de la biosfera, sin causar daños ambientales, tiene límites naturales. La certificación no puede evitar estos límites ni evitar la expansión de plantaciones para la producción de “biocombustibles”.

12. ¿Por qué se habla entonces tanto sobre “biocombustibles”?

El abastecimiento de energía es estratégicamente importante. Hasta ahora se han venido utilizando combustibles fósiles como petróleo, gas y carbón, cuyas reservas son limitadas y su extracción cada vez más costosa. Ahora además, se producen “biocombustibles” en los campos. Los “biocombustibles” son vistos como un gran negocio.

Los países tropicales y subtropicales juegan aquí un importante papel. Todo el año tienen altas temperaturas y sol que garantizan buenas cosechas. Plantas modificadas genéticamente garantizan el monopolio. La compra de tierras baratas, los sueldos bajos y la inexistencia de leyes específicas o su escasa aplicación para proteger a personas y medio ambiente garantizan anancias fantásticas.

Políticos, organizaciones internacionales y empresas están conformando ya a nivel mundial alianzas para la implementación de los “biocombustibles”. Estos ofrecen la posibilidad de no cambiar nada en el sistema económico y de poder. Los combustibles fósiles deben ser sustituidos por los “biocombustibles” y los recursos naturales explotados al máximo, mientras se sigue derrochando energía al precio que sea, especialmente a costas de los seres humanos y el medio ambiente.

Es un escándalo, que los gobiernos de los países industrializados, entre ellos los de la Unión Europea, promocionen este tipo de política, y la justifiquen con toda clase de argumentos engañosos y hasta falsos. En realidad, se requiere de una Moratoria inmediata para los “biocombustibles”, como ya lo solicitan numerosas organizaciones de la sociedad civil alrededor del mundo. Por todas estas razones, preferimos junto con otras organizaciones, grupos y personas que han trabajado y reflexionado sobre este tema, utilizar en vez de “biocombustibles” el nombre más acertado de agrocombustibles.

¿Qué puedo hacer yo?

Las posibilidades son variadas:

Información y Protesta: copiar y repartir estas informaciones a sus conocidos. Organizar discusiones sobre el tema “biocombustibles”, informar a la opinión pública sobre los problemas que implican, escribir a políticos y empresas y exigir que no creen leyes para la introducción de los “biocombustibles”, que no los subvencionen y que no los utilicen para alimentar plantas de generación combinada de calor y electicidad. Apoyar a las comunidades que se oponen a los “biocombustibles” en los países en desarrollo. Participar en las acciones de protesta de Salva la Selva.

Cambiar el modo de vida y actuar de manera ahorrativa y eficiente con la energía:

Utilizar en la medida de lo posible la bicicleta o los medios de transporte públicos, y cuando sea necesario utilizar el automóvil, mejor un auto pequeño a grandes vehículos o deportivos que utilizan gran cantidad de cumbustible. Prescindir de viajes y vuelos innecesarios, reducir el calor de la calefacción en la vivienda, aislar las viviendas para evitar la pérdida de calor, comprar aparatos que ahorren energía, no dejar los aparatos eléctricos en stand-by, ahorrar materias primas y reciclar. Ser exigente y responsable en cuanto al consumo que llevamos a cabo en nuestra vida diaria: qué consumimos, de dónde vienen los productos y materias primas, cuál es su costo real, teniendo en cuenta también su costo social y ambierntal en los países de origen. Comenzar a utilizar energía ambientalmente amigable, como viento y energía solar.

Autor:
Klaus Schenck, Salva la Selva
Email: klaus@regenwald.org

Más información:
Mucha más información acerca del tema de los “biocombustibles” se encuentra clasificada por temas y fechas en: www.stopagroenergia.wordpress.com Se trata de documentación elaborada desde los países afectados por la expansión de los agrocombustibles, con informaciones técnicas, socio-económicas, desde una perspectiva de derechos humanos, etc. Los documentos proceden de fuentes muy variadas. También se encuentran algunos vídeos interesantes.

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